Su forma de correr y capacidades físicas no cambiaron, aunque el Messi de hoy no es el mismo que debutó cuando todavía era un adolescente en el Barcelona y la Selección. Más cerebral y pensante, con un panorama de juego ampliado, el astro argentino intercala las corridas imparables de las que abusaba en su juventud con las exquisitas asistencias para sus compañeros de hoy.
"Antes por ahí agarraba la pelota y hacía mi jugada o intentaba hacer mi jugada. Hoy intento hacer jugar más al equipo, que pase más la pelota por mí y no ser tan definnidor o egoísta, entre comillas", argumentó el rosarino, en un adelanto de la entrevista que se verá en La Cornisa (América) este domingo.
Su cantidad de goles no merma, pero la de asistencias sufrió un incremento considerable en las últimas temporadas. La experiencia lo llevó a tener la sapiencia de los grandes, pese a no dejar de imprimirle velocidad a su juego en los metros finales.
"Intento mover más al equipo, desde otra posición, desde otro lugar", acotó.
Muchos criticaron a la Pulga por "no correr" en determinados momentos del partido. Aunque diferentes análisis televisivos demostraron que esa es una característica típica de él: espera el momento justo y se ubica en la posición exacta para sacar provecho de cada jugada. "Creo que sigo corriendo igual que lo hice siempre, pero de diferente manera", opinó él.
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