Decenas de historias dejó el duelo por los octavos de final de la Libertadores 2008 entre River y San Lorenzo, que finalmente vio clasificar de forma insólita a los de Boedo. Una de ellas tuvo como protagonistas a Sebastián Méndez y Radamel Falcao García, que se sacaron chispas. Meses después del partido en el que el colombiano le cometió una fuerte infracción, el Gallego fue por la revancha en el campeonato local.
Nuevamente con el Monumental como escenario, el entonces futbolista del Ciclón se desquitó y le dio un planchazo tremendo que le valió la expulsión. Claro, tenía la espina clavada por la lesión que le había producido la falta del ahora atacante del Mónaco, que lo obligó a estar un mes y medio fuera de las canchas.
Años más tarde, entrevistado por TyC Sports, Méndez recordó esos violentos capítulos. Señaló a Falcao como al delantero con el que más se insultó y afirmó no arrepentirse de haberle dado la patada. "Fue una chiquilinada. Si quería, lo lastimaba de verdad. No me salió hacerlo", admitió.
Pero además, confesó que lo invitó a agarrarse a trompadas: "Me hubiera gustado. Hubiera sido mucho más correcto que romperlo". Temperamental, el hoy entrenador de Belgrano de Córdoba reveló que a lo largo de su carrera le tocó tomarse a golpes de puño incluso con compañeros de equipo: "Después las cosas fueron mucho mejor, inclusive con amistad. Muchas veces es necesario, somos hombres y algunas veces es básico".
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