Ni el más optimista hincha de River se imaginó una producción como la que tuvo el Millonario en el Monumental ante Jorge Wilstermann. El análisis de los protagonistas del equipo porteño que logró la hazaña de revertir el 0-3 en Bolivia y clasificar con una humillante goleada a las semifinales de la Copa Libertadores.
Germán Lux (6): En las pocas ocasiones que le llegaron demostró seguridad y personalidad. No tuvo incidencia en el monólogo que impuso River en el Antonio Vespucio Liberti.
Javier Pinola (7): Firme en la marca ante la debilitada delantera boliviana. Se adaptó a la línea de tres que planeó el entrenador y trasladó tranquilidad a sus compañeros.
Jonatan Maidana (7): Estuvo a la par de la línea defensiva. Aportó en la vía aérea en los únicos recursos de la visita para intentar llegar al gol.
Gonzalo Montiel (7): El joven de 20 años no desentonó. Mostró personalidad y carácter para desarticular el juego ofensivo de Jorge Wilstermann.
Leonardo Ponzio (8): Fue la salida limpia desde el fondo. El titiritero que manejó los hilos de la mejor versión del Millonario. Dominó la mitad de la cancha para capitalizar la jerarquía de sus compañeros.
Enzo Pérez (9): Sus dos conquistas decoraron un resultado histórico. Tuvo la oportunidad de marcar el gol más lindo de los 8 con una individualidad notable. De área a área desparramó a los centrales rivales y definió con un toque sutil. Su fanatismo por la Banda se reflejó en la noche soñada.
Ariel Rojas (8): Marcó los tiempos del partido. Supo recuperar y tocar rápido para que el traslado tenga una dinámica inalcanzable para los bolivianos. Se adueñó del centro de la cancha junto a Ponzio.
Gonzalo Martínez (9): Volvió a demostrar que se puede hacer cargo de la creación del equipo. Tres de los cinco goles que marcó Scocco llegaron por incidencia suya. El ex Huracán se llevó la ovación merecida.
Ignacio Fernández (9): Un crack que supo jugar a un toque. Tuvo su premio con el sexto tanto de la noche. Abasteció a la gran figura de la cancha y se asoció a la perfección con su calidad.
Ignacio Scocco (10): Escribió una nueva página en la historia dorada del club. Sus cinco goles sirvieron para que los hinchas se olviden de Alario. Una producción como la que tuvo construyó los cimientos para la creación de un nuevo ídolo.
Carlos Auzqui (8): Sus desbordes formaron parte de la notable actuación del poderío ofensivo de la Banda. Con criterio supo asistir a sus compañeros de ataque para que el concierto sea a toda orquesta.
Rafael Borré (6): Entró cuando la serie estaba liquidad para reemplazar a Scocco. Jugó unos 20 minutos cuando el espectáculo ya estaba acabado. De todos modos, demostró entusiasmo en el ataque.
Milton Casco (6): Entró en reemplazo de Enzo Pérez y estuvo en la cancha poco más de 15 minutos. En ese instante el Millonario se encargó de manejar la pelota y cuidar el cero para que la fiesta sea perfecta.
Tomás Andrade (6): Otro de los juveniles que no se quiso perder el monólogo. Reemplazó a Auzqui y se mostró con criterio en el dominio de la pelota.
Marcelo Gallardo (10): Tuvo el desafío más importante de su carrera como entrenador y demostró que su futuro no tiene límites. Concentró al plantel alejado de la Ciudad y planeó una propuesta innovadora para hacer historia. Napoleón quiere volver a conquistar el continente.
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