A unas pocas horas de cerrarse el reciente libro de pases en Argentina, Bayer Leverkusen apareció, desembolsó más de 22 millones de dólares y se llevó a Lucas Alario haciendo uso de la cláusula de rescisión de contrato. River quedó sin posibilidades de negociar y, al mismo tiempo, de incorporar un futbolista que cubra la sensible baja.
Sin posibilidades de remendar esa situación, la dirigencia empezó a tomar medidas para evitar que esto se repita a futuro. ¿Los primeros ejemplos? En la renovaciones de contrato de Ignacio Fernández y Gonzalo Montiel que se llevaron a cabo a comienzos de esta semana.
Según le confirmaron a Infobae fuentes dirigenciales, los futbolistas tienen una cláusula de rescisión de 15 millones de euros. Sin embargo, a diez días del cierre del libro de pases, la opción de salida incrementará y será de 20 millones de euros.
Es decir, aquel equipo que pretenda incorporar al futbolista sobre la finalización del período de transferencias, deberá abonar 5 millones de euros más. Así, el Millonario logrará una compensación extra si se encuentra con una salida inesperada.
Al mismo tiempo, le aclararon a este medio que una vez que la competencia local ya haya comenzado, la cláusula quedará sin efecto. Es decir, el futbolista en cuestión sólo podrá emigrar si hay acuerdo entre las instituciones.
Tanto el mediocampista de 27 años, como el defensor de 20 años extendieron su vínculo con la entidad de Núñez hasta el 2021.
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