Tras el empate que adquirió en su visita al Nuevo Gasómetro en el debut de la Superliga, Racing se presentó en la cancha de Banfield en el compromiso correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. Su rival no mostraba serias dificultades, sobre todo por la goleada que había sufrido ante Boca en La Bombonera, aunque las ambiciones de Olimpo se basaban en la individualidad de sus atacantes para dar el golpe.
A pesar de la diferencia en la jerarquía de los intérpretes, el espectáculo se mostró parejo. A través de la vía aérea los protagonistas amenazaron con la llegada del gol. Cristian Nasuti exigió a Juan Musso con un remate que se fue a centímetros del travesaño y Lisandro López asustó a Adrián Gabbarini con un cabezazo que se fue apenas ancho. Si bien la Academia se mostraba levemente superior, los bahienses hacían los méritos para mantener el pleito abierto.
Las incursiones ofensivas de Zaracho y los envíos de Triverio eran otros argumentos para que los de Avellaneda se pusieran en ventaja, pero el ex arquero de Independiente se lució en más de una oportunidad para mantener su invicto.
Sin embargo, antes de que finalizara la primera etapa, una exquisita triangulación entre Nicolás Oroz, Licha López y Zaracho le dio la chance a Racing de festejar el 1 a 0. El centro del ex Chacarita, la asistencia del capitán y la definición del juvenil transformaron la conquista en un golazo. De todos modos, la respuesta del Aurinegro no tardó en llegar. Con un violento disparo de media distancia David Depetris intentó emparejar el marcador, pero Musso desvió al córner. Para el complemento había promesa de entretenimiento.
Incluso el Pulpo González capitalizó la última escena previa al descanso para que Diego Cocca se fuera con una sonrisa al vestuario. Otra aparición de Zaracho, otra habilitación de Lisandro López y un extraño movimiento del volante derivaron en el 2 a 0. En el complemento, la historia sería completamente opuesta.
El exceso de confianza le jugó una mala pasada a la Academia. Como si creyeran que tenían la clasificación asegurada, los jugadores de Avellaneda salieron al complemento con una actitud mucho más pasiva. Así, Olimpo se animó a llevar el pleito a la zona albicleste y se encontró con un penal para llegar al descuento. Si bien fue discutida la decisión de Ariel Penel, porque no fue clara la infracción de Lucas Orban sobre Lucas Mancinelli, Emiliano Tellechea cruzó su remate para darle vida al elenco conducido por Mario Sciacqua.
Con el envión anímico, el combinado sureño arrinconó a la Academia y un mano a mano propuesto por Maximiliano Fornari anticipó lo que se vendría. La atajada de Musso pasó desapercibida después del empate que concretó Tomás Costa de media distancia. La pasividad defensiva de Racing contribuyó en la hazaña de Olimpo y cuando nadie lo esperaba Franco Troyansky revirtió la historia para imponer la sorpresa en el Florencio Sola.
Si algo le faltaba a Cocca era la expulsión del Pulpo González y el sello de Luis Vila para decorar el 4 a 2 definitivo. En los últimos minutos la inferioridad numérica expuso la falta de equilibrio y el manotazo de ahogado del entrenador no dio el resultado esperado. A los 35 hizo debutar a Andrés Felipe Ibargüen, la incorporación más cara en la historia de la institución. Los cuatro millones de dólares que invirtió la Academia no fueron tenidos en cuenta por el DT que tiene el paraguas del título de 2014.
El golpe recibido en el sur arrojará mucha preocupación en Avellaneda, dado que sus presentaciones no invitan a entusiasmar con una posible conquista en la Copa Sudamericana y el torneo local recién se inicia. La temporada comenzó hace pocas semanas, pero Racing deberá esperar al próximo semestre para tener alegrías.
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