La pelea más esperada del año sufrió un colapso típico de la expectativa que se generó con la irrupción en el cuadrilátero de Floyd Mayweather y Conor McGregor en el T-Mobile de Las Vegas.
En Estados Unidos, el combate se transmitió por una transmisión exclusiva por intermedio del pay per view –pague para ver–. Televidentes de ese país reportaron problemas con el sistema a minutos del inicio estipulado de la pelea, que debió retrasarse por unos instantes.
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— UFC (@ufc) August 27, 2017
El combate estaba anunciado para las 20 de Las Vegas, pero no hubo señales de su comienzo en ese momento. Para entonces, las redes sociales estallaron advirtiendo problemas con la señal del PPV. Recién salieron al cuadrilátero una hora más tarde de lo anunciado.
Los estadounidenses que decidieron acceder al PPV debieron pagar 89 dólares, mientras que aquellos que querían tener el evento en calidad HD tuvieron que depositar 10 dólares más (99 dólares).
Cabe destacar que en 2015 sucedió algo similar con el combate entre Mayweather y Manny Pacquiao, cuando el tráfico intenso de televidentes hizo caer el sistema y obligó a retrasar el inicio del combate.
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