Inseguro. Así se mostró Germán Lux en su regreso al arco de River luego de más de 10 años y las dudas que Marcelo Gallardo creyó resueltas con su arribo no hicieron más que profundizarse, sobre todo porque Augusto Batalla había levantado su nivel en el final de la pasada temporada, siendo incluso clave en la ida ante Guaraní.
El arquero santafesino se fue de River en 2006, a sus 25 años y luego de 78 partidos con la camiseta Millonaria, en los que había recibido 91 tantos. Anoche reapareció en el arco, ya con 35 años y la expectativa por parte del cuerpo técnico y de los hinchas de encontrarse con un hombre que pudiese dejar atrás la añoranza por Marcelo Barovero pero en la primera prueba esa esperanza se diluyó.
Poroto comenzó el partido ante Guaraní en mejor nivel del que lo terminó. No pudo hacer demasiado en el gol de Marcelo Palau pero estuvo al borde del ridículo en el comienzo del segundo tiempo cuando salió del área sin motivo alguno provocando un susto grande para los hinchas, y más tarde se resbaló en un ataque del equipo paraguayo que no terminó en gol (el que hubiese sido el 2-0 que igualaba la serie) por la impericia de Cristian Chávez en la definición.
A medida que pasaba el tiempo y mientras Augusto Batalla hacía trabajos de calentamiento en la pista de atletismo del Monumental, los hinchas hicieron escuchar sus murmullos toda vez que la pelota se acercaba a la figura de Lux, quien dejó en claro que River no tiene un arquero titular indiscutido.
Consultado sobre la actuación de uno de los refuerzos, Marcelo Gallardo apuntó: "Poroto Lux tuvo un partido correcto en el cual creo que ellos por momentos nos empezaron a llegar con pelotazos largos y ahí dudamos un poquito en la última línea de cómo defender o contrarrestar esa variante que tenía Guaraní para saltearnos líneas en la mitad de la cancha y jugar muy frontal a las espaldas de nuestros centrales pero bueno, fue un partido correcto", reiteró.
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