En la cancha de Arsenal, San Miguel y Defensores Unidos empataron 0 a 0 en la primera final del reducido de la Primera C. El resultado terminó siendo un hecho anecdótico, ya que se vivió un momento dramático tras un fuerte choque de cabezas. La rápida reacción del árbitro evitó un desenlace fatal.
A los 12 minutos del primer tiempo, Isaías Olariaga, de San Miguel, y Javier Velázquez, del CADU, chocaron sus cabezas luego de ir a disputar un balón en lo alto. Los dos jugadores cayeron de muy mala manera, pero fue el futbolista de San Miguel quien pareció llevarse la peor parte.
Con la desesperación que se apoderaba de todos, Yael Falcón, el árbitro del encuentro, reaccionó de inmediato y asistió al futbolista mientras los médicos se arrimaban al jugador. La labor del juez, quien es guardavidas, y de sus asistentes, fueron muy importantes para que el hecho no terminara en tragedia.
"El árbitro y el línea le dieron una mano importante a Olariaga. El golpe fue muy fuerte y eso le generó convulsiones. De inmediato le dieron los primeros auxilios, hasta que fue trasladado al Hospital Argerich", expresó Armando Bozzini, presidente de San Miguel.
Isaías Olariaga sufrió hundimiento de cráneo, pero según el dirigente se encuentra bien y recuperó el conocimiento. "Está en manos médicas, pero sabemos que se encuentra relativamente bien pese al golpe fuerte que tuvo. De aquí en más serán decisiones médicas. Está en buenas manos y atendido en el Argerich. El diagnóstico que tenemos es aplastamiento de cráneo".