Quitando del juego a Leandro Pipi Romagnoli serían pocas las probabilidades de equívoco si alguien quisiera asegurar que Néstor Ortigoza ha sido el jugador más emblemático de San Lorenzo en el último lustro. Por eso, ni el menos hincha del Ciclón pudo haberse imaginado este presente en el que el Gordo está cada vez más cerca de convertirse en jugador de Boca…. sí, de Boca.
Todo comenzó sobre el final de la última temporada del fútbol argentino, cuando la dirigencia de San Lorenzo encabezada por Matías Lammens citó a algunos jugadores cuyo vínculo había que rever para hablar sobre las condiciones de renovación. Ortigoza, uno de ellos, tenía sus pretensiones claras: quería dos años más de contrato o nada. El presidente le ofreció un contrato variable, cuyo plazo se ajustaría a objetivos alcanzados y el volante se negó por completo. Así, se quedó sin club.
Entonces Boca buscaba un volante central para acompañar a Fernando Gago. La prioridad de Guillermo Barros Schelotto era Guido Pizarro, a quien ya había querido en el anterior mercado de pases. Parecía que el ex Lanús se acercaba al Xeneize pero a última hora el Sevilla le ofreció una plaza en el plantel y el jugador no dudó. El club español no le ofreció más dinero que el club argentino pero el deseo del futbolista era irse a Europa, adonde llegó hoy para hacerse las pruebas médicas y sumarse a las filas del plantel dirigido por Eduardo Toto Berizzo.
Perdida la primera opción, Boca fijó su mirada en el hombre que más le dolería a San Lorenzo, el más acérrimo rival del Xeneize después de River, y así Néstor Ortigoza se transformó en candidato para reforzar al plantel del Mellizo pese a que Racing y Rosario Central le habían hecho propuestas formales, concretas, para llevárselo.
Ahora hay que pulir detalles. El volante quiere dos años de contrato y esa es la duda de Boca, que analiza sus 32 años, acaso muchos para la versatilidad que el técnico necesita para el jugador que debe acompañar a Gago. Como avales, el ex San Lorenzo tiene nada menos que su trayectoria y su figura ya que fue pilar en el equipo de Boedo hasta el último partido, sosteniendo el mediocampo con su despliegue.
La negociación empezó. Tibia, pero ya en marcha. Los hinchas de Boca (y los de San Lorenzo) recuerdan aquel día de junio 2011 cuando el volante, que entonces ya era jugador del Ciclón, jugó un partido en Fuerte Apache al que había sido invitado por Carlos Tevez. Allí aceptó ponerse la camiseta suplente del Xeneize. Cinco años después, aquella foto parece haber sido un anuncio del futuro…
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