En un partido sin equivalencias, la Selección le ganó 6 a 0 a Singapur, la federación N° 157 en el ranking de la FIFA. Federico Fazio, uno de los únicos dos defensores que dispuso el DT argentino, Joaquín Correa, Alejandro Papu Gómez, Leandro Paredes, Lucas Alario y Ángel Di María convirtieron los goles para un resultado contundente.
Si la búsqueda de Sampaoli con tantos delanteros y volantes ofensivos (solo dos defensores netos) fue la recuperación rápida de pelota, los jugadores locales apenas si pudieron mantener la posesión por no más de un minuto.
Apenas si atinaron a cumplir la disciplina estratégica de mover una línea de cinco y otra de cuatro, logrando apenas achicar espacios. Por momentos sus jugadores parecieron conitos rojos en un entrenamiento.
Sampaoli aprovechó para jugar corto, con Dybala y Lanzini como enlaces, Papu por izquierda y Di María por derecha (cambió de andarivel en el segundo tiempo). Y con Correa como un nueve pistón que se retrasaba buscando sociedad para meterse en el área con paredes o conexiones escalonadas.
Biglia, el capitán del día, fue hoy más un pivot de mediocampo como hilván de Lanzini y Dybala que un volante de contención, porque en esa tarea no tuvo trabajo.
Pese a la clara búsqueda de Sampaoli de jugar corto y por abajo, el primer gol vino por una jugada de pelota parada. Un córner desde la derecha lanzado por Papu Gómez llegó al medio del área, algunos defensores se fueron con un atacante equivocado y otros se quedaron. Fazio puso el pie y la pelota entró junto a uno de los palos a los 24 minutos.
Seis minutos después Dybala llegó al fondo y con un centro al ras ubicó a Correa que conectó al primer palo.
En el segundo hubo cambio de nombres y de posiciones. Alario por Correa, Paredes por Lanzini, Banega por Biglia, Nacho Fernández por Papu Gómez. Acuña y Salvio en sus funciones de laterales de ataque se metieron más adentro para sumarse a la estrategia de gestación, con Nacho y Paredes, Dybala se hizo más profundo, aunque durante todo el partido fue quien dio el pase para recibir la devolución.
Luego de un corrimiento de pelota de derecha a izquierda, Gómez sacó un zurdazo que se metió a centímetros del palo derecho del arquero Mahboud.
Faltaba Paredes, que prologó con un remate fortísimo que dio en el palo y luego sí casi de misma posición abrió el pie y convirtió al segundo palo.
El dominio de Argentina fue tal que a tres minutos del final tuvo siete jugadores en las márgenes o en el interior del área. Faltaba más todavía, un pase perfecto de Di María para el primer gol de Alario y sobre el final, la coronación de la goleada con una pisadita del rosarino de espaldas al arco.
Sampaoli ejercitó a sus futbolistas en Singapur y se verá si sacó provecho alguno para ir a fines de agosto a Montevideo en Uruguay, donde encontrará otra resistencia.
Estadio: National Stadium (Singapur)
Árbitro: Hiroyuki Kimura (Japón)
TV: TyC Sports