Los jugadores de la Selección argentina, desde hace un tiempo y por lo bajo, se quejan de las viejas prácticas que llevan adelante los distintos entrenadores en el combinado nacional. Sin embargo, con el arribo de Jorge Sampaoli, varios aspectos cambiarán rotundamente.
Más allá de sus intensos entrenamientos, donde busca la perfección mediante toques rápidos, desmarques y triangulaciones, la salida clara desde el fondo y movimientos y combinaciones preestablecidos en ataque, el oriundo de Casilda cuenta con una extraña arma secreta para intentar plasmar sus ideas dentro de los planteles que dirige.
Se trata del Sandball, un software que reproduce de manera precisa las características técnicas y tácticas de un equipo de fútbol, aunque no de manera predeterminada como en los videojuegos FIFA o PES.
Debido a la carencia de horas para poder practicar con todos sus dirigidos en el campo de juego, el seleccionador opta por utilizar esta herramienta para realizar charlas y entrenamientos virtuales personalizados a distancia y así "ganar tiempo".
"Tenemos un programa interactivo como de Playstation. Cada jugador tiene un joystick y se mueve como debería hacerlo en la cancha", señaló hace algunos años Sampaoli en Radio América. "Podemos ver lo que hacen y darnos cuenta de sus errores", puntualizó el DT.
El juego, al igual que el FIFA o el PES (Pro Evolution Soccer), permite trabajar en línea el posicionamiento de cada jugador. Simula los movimientos que se pretenden ensayar durante los entrenamientos o partidos y buscar de una manera interactiva que el propio futbolista entienda la labor que deberá llevar adelante.
"Lo más valorable de esta herramienta es que rompe con un método tradicional de charla técnica donde el jugador está en un rol pasivo, únicamente escuchando o mirando videos. Así, en cambio, tiene más participación y se potencia la interacción", explicó en su momento Sebastián Beccacece, ex ayudante de campo de Sampaoli -podrían volver a reencontrarse en la Selección- y por ahora director técnico de Defensa y Justicia.
El Sandball también es una buena herramienta para estudiar a los contrincantes. Por ejemplo, si el cuerpo técnico de Sampaoli considera que enfrentarán a un lateral derecho lento y que prácticamente no pasa al ataque, le solicitan a los diseñadores esas cualidades. Así, los futbolistas interactúan en función a esta característica y logran interpretar la intención del entrenador con más facilidad.
Uno de los principales artífices de esta revolucionaria metodología fue Matías Manna (se sumó al equipo de trabajo del argentino en su etapa en Chile). En su época como ayudante de Facundo Sava en Unión notó cómo se dispersaban los futbolistas en las charlas técnicas y cómo con la utilización de los videojuegos ganaban su atención.
La empresa Mego Limitada invirtió cinco meses de trabajo y 550.000 dólares en desarrollar el software que ahora Sampaoli tiene a su disposición desde principios de 2015.
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