Roberto De Vicenzo se convirtió en uno de los máximos deportistas de la historia de la Argentina gracias a su amor por el golf. Sus inicios se instalaron entre San Martín y Villa Pueyrredón, dado que a los 9 años se convirtió en caddie en un club de la zona, y en 1933 disputó su primer torneo.
Un tiempo más tarde accedió al Ranelagh Golf Club de Berazategui, donde adoptó su nueva residencia. Su dedicación le permitió ganar 230 competiciones por todo el mundo, entre las que se destacan sus cuatro ediciones del PGA Tour y el Abierto Británico, superando a los míticos Jack Nicklaus y Gary Player.
La máxima expresión de su grandeza todavía es recordada por su accionar en el Masters de 1968. En aquella competición Tommy Aaron era el encargado de completar la tarjeta del Maestro y en el hoyo 17 cometió el error al adjudicarle 4 golpes en lugar de los 3 que le habían permitido el birdie. Como en las reglas del golf se aceptan las tarjetas declaradas por los protagonistas, aún sin coincidir con los impactos realizados durante el juego (siempre que el número declarado no sea inferior al real), el comité le dio por ganado el certamen a Bob Goalby, cuando el duelo había quedado empatado.
De Vicenzo nunca le reprochó nada a su caddie y tampoco buscó argumentos para señalar que no perdió aquel certamen. "Qué estúpido que soy", fue la única frase que permaneció en el recuerdo cuando le comunicaron el error que lo marginó al segundo lugar.
En la actualidad el Museo de Golf que está situado en Berazategui le rinde un homenaje. Su antigua casa es parte de la muestra junto a sus trofeos y reconocimientos que lo depositan en la elite del deporte argentino. Su figura está al lado de la de Diego Maradona, Juan Manuel Fangio, Guillermo Vilas, Manu Ginóbili y Lionel Messi.
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