Lo que debía ser una fiesta futbolística terminó en un espectáculo bochornoso, manchado por la violencia. Rosario Central le ganó a Newell's en el Coloso Marcelo Bielsa y el final fue caótico, con un fuerte cruce entre los efectivos policiales y algunos hinchas locales.
Todo comenzó instantes después del tercer tanto del Canalla: Germán Herrera salió a celebrar su gol y sus compañeros hicieron la típica montaña humana sobre él, provocando con ademanes a los simpatizantes de la Lepra. Los gestos de Mauricio Martínez y el uruguayo Camacho tuvieron como respuesta escupitajos, insultos y hasta zapatillas arrojadas al césped.
Luego agredieron a un juez asistente en el otro lado de la cancha y Federico Beligoy decidió terminar la acción, cuando todavía faltaban algunos segundos en el reloj.
La manga por la que tenían que irse a los vestuarios los futbolistas de Central desapareció y los enardecidos simpatizantes rojinegros intentaron derribar una reja. La Policía se apostó en ese sector y no dudó en empezar a jalar el gatillo. Varias personas resultaron heridas por los balazos de goma, incluidos menores que trataban de marcharse de la tribuna.
Un video en primera persona que se filtró en las redes sociales reflejó la desesperante y violenta situación que aconteció en el Parque Independencia.
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