Rosario Central arruinó la fiesta de Newell's en el Estadio Marcelo Bielsa. El visitante se quedó con el triunfo por 3-1 en una nueva edición del clásico de la ciudad y aplastó la posibilidad de la Lepra de convertirse en escolta de Boca.
El marcador se quebró rápido. Casi sin posibilidad de que los equipos se acomoden en el campo de juego. Fue por intermedio de una excelente combinación entre Washington Camacho y Federico Carrizo que culminó con un disparo rasante del ex Boca de zurda.
La Lepra sintió el golpe y no pudo sintonizarse con las exigencias de remontar un resultado adverso. Esa sensación se intensificó cerca de la media hora del partido, cuando el goleador Marco Ruben metió un impecable cabezazo en soledad tras un centro de Gustavo Colman desde la puerta del área en la salida de un córner.
El Canalla apeló a la inteligencia durante la segunda etapa y atomizó cada intención de juego del equipo rival. A los 38 minutos de esa parte se desequilibró el controlado trámite con la expulsión de José Leguizamón tras una dura entrada a Ignacio Scocco.
Cinco minutos más tarde, Mauro Formica capturó un despeje corto en la puerta del área, sacó un remate mordido y dejó tirado por el suelo a Diego Rodríguez para descontar. La esperanza duró muy poco: Germán Herrera aprovechó una contra y puso el 3-1 definitivo.
Quedó tiempo simplemente para una penosa costumbre: la violencia. Los hinchas locales arrojaron todo tipo de objetos al campo de juego y acertaron golpeando al juez de línea Ezequiel Brailovsk. Ante este escenario, el árbitro Federico Beligoy decidió suspenderlo cuando todavía restaban unos minutos del tiempo que había adicionado.
El encuentro le sirvió al Canalla para estirar la ventaja en el historial a ocho partidos y sepultar las esperanzas de Newell's de alcanzar el segundo puesto. El elenco de Diego Osella necesitaba triunfar para quedar a un punto del líder Boca.
Estadio: Coloso Marcelo Bielsa
Árbitro: Federico Beligoy