Como sucede en cada edición del Superclásico, las polémicas son parte sustancial del encuentro y el choque en la Bombonera no fue la excepción. En un trámite con una elevada temperatura, Boca y River reclamaron ante diferentes fallos del árbitro Patricio Loustau.
La primera circunstancia que despertó la discusión en el terreno de juego se dio a los 24 minutos cuando Frank Fabra entró al área con posibilidad de anotar el gol, alcanzó a puntear la pelota ante la salida de Augusto Batalla y la tiró por arriba del travesaño. Ya con el balón fuera de juego, el arquero chocó con el colombiano y todos los futbolistas xeneizes reclamaron por un penal.
Apenas cinco minutos más tarde, el lateral extranjero del local quedó nuevamente enmarcado en la polémica pero esta vez por una fuerte patada sobre Jorge Moreira. Loustau le sacó la tarjeta amarilla, aunque la rudeza de la acción abrió el debate para una sanción mayor.
La última situación que abrió el debate en el primer tiempo fue ya en tiempo de adición. Gonzalo Martínez desbordó por izquierda y sacó un centro para Sebastián Driussi, quien esperaba en la soledad del área la pelota. Sin embargo, el juez de línea invalidó la acción por un inexistente fuera de juego del Pity.
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