Agua Santa se impuso por 1 a 0 ante Bragantino en el tiempo regular y soñaba con acceder a la definición de la Serie B Paulista; pero su esfuerzo terminó siendo en vano al caer por 5 a 3 en la tanda de penales.
Sin embargo, el resultado no terminó siendo la principal noticia de esta semifinal: el protagonista fue el árbitro Luiz Flavio de Oliveira. Su actuación fue correcta mientras estuvo dentro del campo de juego, pero su imagen no para de recorrer el mundo.
Durante una jugada dentro del área sintió dolor y se desplomó. Cuando vio su tobillo se enteró de lo peor: sufrió una espeluznante fractura.
Aunque quiso continuar (siguió la jugada desde el piso), apenas salió el balón de la cancha pidió ayuda. Los médicos de ambos planteles se acercaron para atenderlo y luego la ambulancia lo llevó al hospital.
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