El encuentro correspondiente a la cuarta fecha del Grupo 5 de la Copa Libertadores entre Peñarol y Palmeiras disputado en Uruguay culminó en escándalo. Tras una remontada histórica del equipo brasileño, que se llevó un triunfo por 3 a 2 luego de arrancar dos tantos abajo, Felipe Melo se burló del plantel manya y de inmediato se desató una batalla campal entre ambos equipos.
Con este marcador, los oriundos de San Pablo poseen 10 unidades y prácticamente aseguraron su pasaje a octavos de final, mientras que los charrúa, con solamente un punto, figuran en el último lugar y quedaron al borde de la eliminación. En esta zona también se encuentran Jorge Wilstermann de Bolivia (6) y Atlético Tucumán de Argentina (4).
Lo sucedido en el campo de juego (también hubo disturbios en las tribunas) se trasladó a la zona de vestuarios. Parte de ambos planteles ingresaron al mismo tiempo al túnel y comenzaron los agravios, empujones y corridas.
La situación no terminó a mayores debido a que algunos colaboradores de los cuerpos técnicos intervinieron para calmar los ánimos de los más exaltados; en su mayoría futbolistas. Sin embargo, cuando cada equipo se dirigía a su correspondiente vestidor, los brasileños se mofaron de los uruguayos.
El colombiano Yerry Mina inició un provocativo baile contra los charrúas, mientras que el resto saltaba y celebraba la victoria conseguida en condición de visitante.
Tras todos estos incidentes, el defensor declaró ante la prensa que "Peñarol no sabe perder" y si bien expresó que entiende la rabia que podían llegar a tener, les aclaró que "esto es un juego".
LEA MÁS:
Golpes de puño, corridas y un final escandaloso en Uruguay por la Copa Libertadores