Lanús se juega una parada brava esta tarde-noche por la Copa Libertadores. En el marco de la cuarta fecha del Grupo 7, la entidad del sur del Gran Buenos Aires visitará al Zulia de Venezuela, país que se encuentra sumergido en una profunda crisis.
En medio de protestas sociales y muertes, el Granate intentará hacer valer su poderío y conseguir tres puntos que lo acerquen a su objetivo de clasificar a los octavos de final. Sin embargo, este no será un partido más para el plantel argentino.
Debido al contexto que vive el país presidido por Nicolás Maduro, las autoridades locales tomaron medidas extremas para lograr garantizar la seguridad de Lanús en suelo venezolano.
"Obviamente no es un partido más, hay mucha seguridad destinada al equipo. En el hotel no hay menos de 15 efectivos", le explicó a Infobae Luis Chebel, vicepresidente del club. Esta cantidad es sumamente elevada, debido a que en un encuentro "normal" suelen destinar uno o dos, si lo consideran necesario.
A esto hay que sumarle el jefe de seguridad del plantel, que también viajó rumbo a Venezuela. Además, en el estadio habrá 1500 policías, tres veces más de los utilizados en un enfrentamiento por el campeonato local de dicho país.
Chebel también reconoció que las autoridades le recomendaron no salir del hotel. "Es lógico de acuerdo a la situación política que están atravesando", esbozó el directivo. Aunque recalcó que la predisposición de las autoridades provinciales y del club Zulia fueron las mejores.
"Hasta el momento, todo es normal a nuestros ojos. Obviamente que hay un clima raro cuando uno habla con la gente, que tiene cierto fastidio con la dirigencia nacional, pero nosotros no vimos nada extraño", cerró el mandatario.
Vale mencionar que Lanús nunca solicitó un cambio de sede a raíz de los conflictos sociales que padece Venezuela, debido a que "las autoridades locales nos garantizaron la seguridad".
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