El domingo 23 de marzo de 2014 Lionel Messi creaba una de sus tantas obras de arte en un terreno de juego: le convertía un hat trick al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu en un frenético triunfo por 4 a 3 que se definió con un gol suyo en el minuto 84. Entonces todo era jolgorio pero aquel fue su último festejo ante el clásico rival, al que nunca más volvió a convertirle. Pasaron exactamente tres años y un mes.
Andrés Iniesta abrió el marcador de aquel choque a los 7 minutos de juego. Luego igualó Karim Benzema para el Madrid, a los 20. El francés puso en ventaja al Madrid cuatro minutos más tarde y Lionel Messi determinó el 2 a 2 a los 42 de la primera etapa. Se fueron al descanso empatados y aún quedaba mucho por hacer. A los 55 Cristiano Ronaldo marcó de penal el 3 a 2. Y en esa media hora final La Pulga se hizo gigante primero para marcar el 3-3, a los 65, y posteriormente para sentenciar el 4-3 a los 84.
Aquel hat trick no fue uno más en la carrera de Leo porque con su logro se convirtió en el máximo goleador en la historia de los clásicos, con 21 tantos, superando nada menos que a Alfredo Di Stéfano (18), Raúl González (15) y a Ferenc Puskas, Paco Gento y César, los tres con 14.
En el medio pasaron seis clásicos de absoluta sequía para el argentino, con dos triunfos para el Barça, un empate (1 a 1 en el último clásico) y tres victorias del Madrid.
El Merengue había llegado a aquel partido como líder de la Liga, seguido por el Atlético Madrid de Simeone y más atrás aparecía el Barcelona que, con su triunfo en el estadio blanco abrió las puertas para la posterior histórica coronación del Aleti de Diego Simeone como campeón.
En esta oportunidad el clásico encontrará al Madrid líder con 75 puntos y un partido pendiente, mientras que el Barça corre de atrás con 72 unidades, con lo que su obligación de ganar se presume fundamental para, al menos, no darse por vencido antes de tiempo.
Cristiano fue el goleador del último torneo en el que Messi marcó en el clásico, con 31 tantos, seguido por el argentino, con 28. Hoy la historia encuentra que el rosarino es el máximo anotador de la vigente Liga con 29 gritos, escoltado por Luis Suárez (24) y muy atrás por Cristiano Ronaldo (19).
¿Podrá cortar su sequía y darle una vida más al Barcelona?
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