El fallecimiento del hincha de Belgrano Emanuel Balbo, salvajemente agredido por un grupo de simpatizantes en una tribuna del estadio de Córdoba Mario Alberto Kempes, le da dimensión a lo que apenas 13 días atrás manifestaba Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA, sobre la violencia en el fútbol y el regreso de los visitantes.
Consultado por La Nación+ sobre el drama de la violencia en el fútbol argentino y las posibles medidas a tomar para favorecer el regreso de los visitantes, el dirigente señaló: "Es un plan que lo venimos analizando. Tendremos reuniones con los organismos de seguridad y la Justicia, que es la parte más importante y la que no vemos nosotros para poder trabajarlo", apuntó y agregó: "Tenemos que estar convencidos de que cuando vuelva el público visitante tiene que volver la familia y para eso tenemos que tener la plena seguridad de que lo vamos a hacer y los vamos a hacer definitivamente".
Tapia se refirió también a los plazos para llevar a cabo ese plan al que hizo referencia: "Este año, antes de fin de año tenemos que tener un plan y tenemos que ejecutarlo para poder demostrarle a la sociedad que el fútbol argentino ha cambiado, que las familias puedan volver pero cuando todos los actores cumplamos el rol que corresponde. Los jueces, los organismos de seguridad, los barras, los dirigentes, los periodistas, que también son amigos de los barras, porque en la familia del fútbol nos conocemos todos", aclaró.
Los plazos que Tapia anticipó sorprendieron a más de uno, por lo que fue repreguntado y el máximo dirigente del fútbol argentino, sostuvo: "Tenemos un plan que lo vamos a llevar a cabo antes de fin de año, tenemos que estar de acuerdo todos los organismos, no solo la dirigencia".
Un plan, proyecto o deseo demasiado ambicioso para una sociedad que ni siquiera está preparada para albergar en situación pacífica a una sola hinchada, como ocurrió ayer con la de Belgrano en el Kempes.
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