El 26 de marzo de 2012 los medios del país hablaban de la clase de fútbol que había dado Instituto de Córdoba ante Desamparados, de la mano de Paulo Dybala.
Aquella tarde, en el Bicentenario de San Juan, La Gloria había ganado 4 a 1 con un hat trick del delantero que entonces usaba la 9 y al término del encuentro, cuando se llevaba la pelota por su logro, una persona se acercó para pedirle que la devolviera por el alto costo de los balones.
La Joya convirtió su triplete en menos de media hora (1, 7 y 25 minutos), y su talento lo encumbraba como una de las apariciones más importantes de esos tiempos del fútbol argentino. El nacido en Laguna Larga tenía apenas 18 años y había debutado hacía sólo siete meses (12 de agosto de 2011 vs Huracán), en el recordado campeonato del Nacional B 2011/12 que tuvo la presencia de River tras el histórico descenso.
Aquel ante Desamparados fue el segundo hat trick en la carrera de Dybala –y hasta ahora el último-, luego de lograr su primero ante Atlanta en un triunfo de Instituto por 4 a 0 en el estadio Leon Kolbovsky, por el mencionado torneo de la segunda categoría del fútbol argentino. Tales logros convirtieron al futbolista en el único en marcar dos hat trick en una misma temporada en torneos de AFA.
En el mencionado campeonato Instituto fue líder en 17 de las 38 fechas y cuando se establecía como candidato a uno de los dos ascensos directos, finalmente logrados por River y Quilmes, terminó cayéndose en las últimas fechas. La Gloria disputó la Promoción con San Lorenzo y no pudo lograr el Ascenso (cayó 2-0 en la ida e igualó 1-1 en la vuelta).
Dybala finalizó aquella temporada en la 4° posición de la tabla de goleadores con 17 anotaciones, detrás de los 26 de Gonzalo Castillejos (Rosario Central), de los 20 de Víctor Píriz Alvez (Defensa y Justicia) y de los 19 de Fernando Cavenaghi (River).
La historia registra que la demostración de Paulo Dybala en aquella temporada despertó el interés de varios clubes de Europa y en abril de 2012 se confirmó su pase al Palermo de Italia por 12 millones de euros -previo paso de su desembarco en Juventus-, una cifra impensada apenas 11 meses antes cuando, por el alto costo, tuvo que dejar en San Juan la pelota que se había ganado por convertir un hat trick.