Pasaron 1022 días desde al altercado entre Luis Suárez y Giorgio Chiellini que sorprendió al mundo del fútbol. Aquella tarde, en el marco del Mundial de Brasil, el delantero mordió al defensor italiano en un ataque de furia.
Volvieron a verse las caras por primera vez en el duelo de ida de los cuartos de final de la Championes League que emparejó al Barcelona y a Juventus. Las miradas se posaron sobre ellos.
En medio del partido, el italiano se acercó al uruguayo, quien le guiñó un ojo y extendió su mano para dejar atrás viejos rencores. Un encuentro breve pero que dio la vuelta al mundo por la resonancia que había tenido aquel suceso que los tuvo como protagonistas principales.
Dos años, nueve meses y 16 días sucedieron desde aquel día. Durante ese tiempo, Suárez debió afrontar una dura sanción tanto a nivel clubes (cuatro meses sin poder entrar a una cancha) como en la selección de Uruguay (9 partidos suspendido). También tuvo que asistir a un tratamiento psicológico, ya que era la tercera vez que realizaba una acción similar.
La relación entre los futbolistas nunca fue mala, ya que hasta el propio Chiellini salió en su defensa. "Es una exageración de sanción. Están siendo muy duros", había asegurado.
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