La acción de las Eliminatorias Europeas comenzó ayer con las destacadas victorias de Italia y España por el Grupo G. Sin embargo, también terminó tomando notoriedad la igualdad sin goles entre Irlanda y Gales, correspondiente al Grupo D.
En el inicio del complemento, el Aviva Stadium de Dublín se paralizó y estremeció al ver cómo quedó Seamus Coleman, producto de la brutal patada que le propinó Neil Taylor. El hombre del Everton de Inglaterra terminó con su pierna pulverizada y estará durante varios meses fuera de las canchas.
Si bien la mayoría de los visitantes, con Gareth Bale a la cabeza, intentaron suavizar al árbitro tras la jugada, el encargado de impartir justicia no lo dudó y le mostró la tarjeta roja al agresor, que milita en el Aston Villa de la Premier League.
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