"Yo no soy ningún asesino, no maté a nadie, solo quiero jugar al fútbol. Y si me dan la libertad no me voy a fugar", les dijo Luciano Cabral a las autoridades judiciales que hoy decidirán si lo dejan en libertad condicional o si continúa preso en el marco de la espera de la definición sobre si espera en libertad su juicio o contará con el beneficio de la falta de mérito.
El jugador mendocino nacionalizado chileno está preso desde el pasado 3 de enero acusado de participar, junto a su padre y a tres primos, en una pelea callejera que terminó con la muerte de un hombre llamado Joan Ariel Villegas, de 27 años.
Al respecto, el ex compañero de Juan Román Riquelme en Argentinos Juniors mencionó: "Lo único que recuerdo es que mi papá y mi primo tuvieron una pelea, y yo llegué después de todo lo sucedido. Por haber llegado después, se piensa que yo estuve ahí".
Cabral reconoció que su padre, de nombre José, había tenido problemas con la víctima. No puntualizó sobre el conflicto pero apuntó: "Problemas de los que siempre hay en los barrios bajos".
La pelea comenzó con provocaciones verbales que continuaron con agresiones físicas y terminó con una persona arrojándole un escombro en la cabeza a Villegas, causándole la muerte. "Participaron mi papá con unos primos míos. Desconozco cómo se originó la pelea, pero hay muchas versiones que me involucran mí también", reconoció el jugador que hasta su detención militaba en el Atlético Paranaense de Brasil.
Luego de su presentación ante la Justicia de esta mañana, Luciano Cabral conocerá a las 18 de este lunes si continúa el proceso detenido en una cárcel de Mendoza o si le permiten la espera hasta el juicio en libertad, aquello por lo que ruega para volver a jugar al fútbol.
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