Emanuel Reynoso fue el autor del segundo tanto de Talleres, que venció 2 a 1 a Boca en la Bombonera. Fue un triunfo histórico para el conjunto cordobés, que sólo había ganado en dicho estadio una vez y hace casi 31 años.
Sin embargo, lo más saliente pasa por lo que tuvo que afrontar este juvenil de Talleres para llegar a este día de gloria. Una historia de superación, con dos ascensos incluidos, que bien vale la pena recordar.
Fue a los 15 años cuando llegó a Talleres. Rápidamente se destacó en inferiores y comenzaba a ser considerado una de las joyas del club. Hasta que tuvo que afrontar un grave hecho delictivo que casi lo hace abandonar el fútbol para siempre.
Fue en 2014 cuando sufrió un violento asalto. Luego de que unos delincuentes le robaran la moto, recibió un disparo en la rodilla izquierda, justo su pierna más hábil. "Le agradezco al club que siempre estuvo conmigo. En buenos y malos momentos. Si me toca jugar lo haré con mucho esfuerzo y trataré de hacer lo mejor posible", remarcó el chico del barrio de Ituzaingó a Mundo D, cuando se preparaba para la gran vuelta.
Cuando recibo un tiro me senté y lo primero que pensé fue ‘¿Volveré a jugar al fútbol?’
En diálogo con El Gráfico, contó cómo fue haber vivido ese grave incidente: "Cuando recibo un tiro en la rodilla me senté y lo primero que pensé fue '¿Volveré a jugar al fútbol?' Era mi futuro y el de mi familia. Pensaba en mi familia. Después cayeron mi mamá, mi papá, mis hermanos. Me llevaron al médico. Hicieron estudios y por suerte no había tocado nada raro. Me había asustado mucho. Yo confío mucho en Dios, y creo que El estuvo conmigo en ese tiempo".
En comunicación con el diario cordobés, volvió a hacer hincapié en su fe: "Volví a jugar por Dios y el club. Gracias a ellos. También agradezco a mis viejos Daniel y María, mis hermanos Roberto, Gustavo y Leonardo; a mi novia Dania. Uno de ellos me puso Bebelo. Una variante de bebé. Fue bravo lo que viví. Quisieron robarme. La pasé mal. Me operaron. Pero pasó todo. Eso fue lo peor. Lo mejor es que pude volver a jugar".
A los chicos les digo que hay que apoyarse en Dios. Y que con humildad y sacrificio, todo se consigue
María es su mamá, "quien se esforzó muchísimo para que yo pueda llegar", repitió varias veces Reynoso. "Mi mamá hacía pan casero para que yo pudiera entrenar. No teníamos otra posibilidad y ella se sacrificaba mucho. Pero me acuerdo mucho de esa época. Me acuerdo que amasábamos en el molde, todos unidos en mi casa, nos cagábamos (sic) de risa mientras hacíamos el pan casero. Es que todos teníamos el mismo objetivo", rememoró Emanuel, uno de los siete hijos de La Mary, a El Gráfico.
"¿Qué sueño? Con ser titular. Jugar. Estar a disposición del DT, 10 puntos y hacer las cosas bien. Soy creyente. A los chicos les digo que hay que apoyarse en Dios. Y que con humildad y sacrificio, todo se consigue", expresó no hace mucho tiempo atrás a Mundo D.
Y vaya si lo consiguió. Hoy es tapa, pero no sólo de los diarios locales. Marcó en la mismísima Bombonera y para un triunfo histórico de Talleres, luego de casi 31 años. Un día inolvidable y que servirá de ejemplo para muchas generaciones.
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