Paris Saint-Germain tenía todo para lograr una clasificación cómoda a los cuartos de final de la Champions League. Había ganado 4-0 en la ida como local y en la revancha marcó un gol en el Camp Nou. Con media hora de juego por delante, Barcelona debía anotar tres para clasificar.
Lo que parecía una utopía, terminó siendo realidad. Porque el equipo de Luis Enrique marcó tres goles en ocho minutos y con el 6-1 se clasificó a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Si hay un jugador del Paris Saint-Germain que más lo debe estar lamentando es Ángel Di María, quien en la ida había sido la gran figura marcando dos goles, uno mediante un brillante tiro libre. Es que el argentino gozó a los hinchas del Barcelona, cuando su compañero Edinson Cavani descontó.
Las cámaras de la TV lo captaron justo cuando se llevaba el dedo índice a la boca. Ese 1-3 del PSG obligaba al Barcelona a anotar 3 goles más para clasificarse, por el tanto de visitante que sufrió.
A todo esto, el propio Fideo, sin saber lo que luego ocurriría, tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 85 para poner más en apuros al conjunto culé. Sin embargo, llegó forzado y remató mal casi desde el punto penal.
Di María se quedó en el suelo dolorido y reclamando infracción de Javier Mascherano. Esa acción hubiera significado casi con seguridad la clasificación del elenco del principado.
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