Pasaron casi 20 años del momento histórico en el que un auto de serie rompió la barrera de los 390 kilómetros por hora. Fue por iniciativa de McLaren, que le propuso al campeón de las 24 Horas de Le Mans probar su modelo con el fin de responder una pregunta: ¿Qué tan rápido puedes llegar a ser?
Con el antecedente de 1995 y las pruebas de 1996, Andy Wallace no dudó en viajar hasta Alemania para responder la pregunta que se había instalado en el deporte motor. Con el apoyo de Gordon Murray, el inglés se subió al auto para volar por la pista de Ehra-Lessien, aunque en su primer intento llegó a los 388 kilómetros por hora. "El volante vibraba y en un momento creía que íbamos a despegar", recordó el piloto.
Tras varios giros, el británico concretó la hazaña y su registro permaneció como un récord durante varios años. "Tenemos la luz del combustible encendida, la temperatura de la caja de cambios alcanza los 130 grados, el resto está bien", fueron las palabras del europeo luego de cumplir su objetivo.
McLaren conservó el título de auto más veloz durante casi una década, dado que en 2007 fue superado por el Bugatti Veyron (primero marcó 407 km/h y luego 431, con la versión Super Sport), en la misma pista alemana.
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