Luciano Cabral se ve involucrado en un confuso episodio en el que fue asesinado Joan Gualpa, un murguero de 27 años, el pasado 1° de enero. El futbolista surgido en Argentinos Juniors habló desde San Rafael (Mendoza), donde está encerrado a la espera de su liberación: "Destruyeron mi carrera, yo no tengo que estar acá, debería estar atrás de una pelota".
El jugador de 21 años que se nacionalizó chileno para disputar el Sudamericano Sub 20 en 2015 había sido transferido al Atlético Paranaense de Brasil y tenía chances de ser adquirido por la Universidad de Chile. A principios de 2016, estuvo en carpeta de Gallardo para reforzar a River.
"Durante la declaración Luciano se quebró muchas veces, lloró y le pidió al juez que por favor lo liberara", comentó su abogado al diario El Sol. Según la defensa, Cabral habría pasado la noche del 31 de diciembre en casa de su tía; fue a lo de sus suegros y también a visitar a un amigo. A las 3 de la mañana volvió a la casa y a las horas, su mujer lo despertó porque "había problemas" con su padre y su primo.
Cabe mencionar que José Cabral -su papá- también está acusado de participar en la agresión a Gualpa, quien murió después de recibir el impacto de una piedra en su cabeza. Todo sucedió en General Alvear, de donde el ex Argentinos es oriundo. Además, Axel Federico Olguín y dos menores (de 17 y 14 años) también están bajo la lupa de la Justicia por este hecho.
"Vi a mi padre sacado como nunca y me dijo que me fuera de ahí porque los primeros se la mandaron y va a haber problemas", fue otras de las reflexiones del enganche que rescindirá su contrato con el club brasileño en los próximos días.
Arrestado, aún no sabe si podrá retomar su carrera futbolística. Pero adentro de la cárcel, es una personalidad destacada y una suerte de ídolo para el resto de los reclusos, que le piden fotos por su fama.
LEA MÁS:
Se entregó el futbolista acusado de homicidio en Mendoza