El silencio fue la única comunicación oficial elegida desde aquel fatídico 29 de diciembre del 2013 cuando Michael Schumacher sufrió un complicado accidente en los alpes franceses. Su salud es un misterio y uno de los personajes que compuso su entorno durante varios años salió a exigir "que se cuente toda la verdad".
Se trata de Willi Weber, quien fuera manager del siete veces campeón del mundo en Fórmula 1 hasta el 2012. "He estado batallando durante un tiempo porque la familia Schumacher no cuenta toda la verdad, pero me doy contra la pared, no escuchan mi consejo", señaló en la revista alemana Bunte, misma publicación que recibió una demanda por parte de la familia del piloto alemán por difundir una información falsa sobre su estado de salud.
Weber advirtió que "es la hora de decir la verdad a los aficionados" y confió que "la esperanza es lo último que se pierde". El hombre que también representó a Ralf Schumacher, hermano del piloto, contó el dolor que lo atormenta por lo sucedido: "Cuando estoy en casa y suena el teléfono, a veces pienso que será Michael para preguntarme cómo estoy".
En julio del 2016, la actual representante del automovilista alemán de 48 años, Sabine Kehm, explicó por qué no se divulga información: "Michael no va a desaparecer, pero en este momento la situación privada es tan complicada que lamentablemente no se puede revelar nada. Esto se tiene que comprender".
Actualmente, no existen certezas sobre el presente de Schumacher. En 2014, tras seis meses de estar en coma en el hospital de Grenoble y otros tres más internado, fue trasladado a su casa de Ginebra, donde afronta hoy por hoy un extenso y hermético proceso de recuperación.
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