Emanuel Ginóbili ya acumula 15 temporadas en la NBA siendo una pieza clave de uno de los equipos que marcó las últimas décadas de la liga más importante de básquet mundial y es una palabra más que autorizada para hablar sobre los apellidos más trascendentes que le tocó enfrentar.
En una nota que brindó al canal ESPN, con su ex compañero Fabricio Oberto como entrevistador, Manu hizo hincapié en tres nombres que gozó haber tenido como rivales: Steve Nash, Kobe Bryant y LeBron James.
El primero que mencionó el argentino fue al reciente retirado base que brilló en Dallas Mavericks y Phoenix Suns: "Con Nash fue siempre un placer jugar en contra. Nunca jugamos juntos, salvo en dos exhibiciones. Pero el tipo un monstruo total. Tuvimos un montón de series de playoffs y lo disfruté mucho".
El siguiente apellido que surgió fue el de Bryant, la histórica figura de los Lakers y de la NBA. "Fue una pesadilla dentro de la cancha. Decí que lo tenía a Bruce (Bowen) al lado que lo defendía el 90% de las veces. El 10% lo defendía yo y es un tipo que te desafiaba constantemente. Y te hacía mejor", explicó.
Y agregó: "Sabés que todo ataque había una amenaza. Hay otros jugadores que sí son una amenaza cuando tienen la pelota, pero después se van al córner, esperan, descansan. Kobe era constantemente una amenaza".
La lógica ubicó en el tercer escalafón de los escogidos a LeBron, con una descripción breve pero contundente: "Es una bestia, un superdotado a todo nivel. Es también un placer enfrentarlo".
El argentino reconoció que evalúa su carrera "mes a mes" y que "no digo cuándo me voy a retirar porque no lo sé". Cómodo con su actualidad, donde promedia 8 puntos y 20 minutos por partido, aseguró: "Por ahora la estoy pasando bien. Estoy muy sano, cosa que cambia mucho la perspectiva. Disfrutando de un equipo que sigue ganando y me sigue usando a pesar de estos casi 40 que tengo".
Sin escaparle a la emoción, recordó el día que selló su retiro definitivo de la selección argentina en los últimos Juegos Olímpicos: "Sé que por mi cabeza pasaban un montón de cosas, pero estaba en el limbo. Estaba sensible. Mi cabeza daba vueltas para todos lados. Todo quedó un poco en una nube que sé que era un constante sentido de emoción".
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