Fueron 16 días de trabajos intensivos de socios e hinchas del Club Social y Deportivo Liniers. Fueron, literalmente, 16 días que cambiaron la historia de los 30 años en que el equipo jugó en un rectángulo torcido ya que las líneas laterales y de fondo estaban en falsa escuadra.
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Cuando la AFA advirtió la irregularidad encomendó al club la normalización de la superficie y así fue que apenas finalizado el último partido que el equipo jugó en su estadio en 2016, el pasado 11 de diciembre (ndr: fue derrota por 2 a 0 ante Juventud Unida), comenzaron los trabajos.
El primer paso fue quitar los arcos del lugar en el que estaban emplazados, luego se emparejó el terreno y más tarde se encuadró la cancha según las normas oficiales. Tomó siete horas el trabajo de marcado de las nuevas líneas y finalmente el estadio Juan Antonio Arias, ubicado en la localidad bonaerense de San Justo, lucirá su campo de juego en condiciones normales.
Según se informó desde el club, la obra, que además incluyó la colocación de un sistema de riego, costó 210 mil pesos, cifra que se alcanzó gracias al aporte de socios, directivos y a lo recaudado tras la venta de una remera que pasará a la historia, ya que llevaba la imagen de la cancha torcida en la que La Topadora del Oeste jugó 30 años.
Se estima que tras la revisión de las autoridades técnicas de la AFA, Liniers podrá volver a jugar en su estadio el 25 de febrero de 2017 ante Claypole por el torneo de la Primera D.
El paso a paso:
1• Relleno y alisado del terreno con más de 80 camiones de tierra. Luego se compactó y se alisó.
2• Campo de juego. Marcado y encuadre del campo de juego, que ahora presenta medidas de 96 metros de largo por 64 metros de ancho.
3• Riego Automático: es la etapa que finaliza la obra. Se colocó el sistema automático de riego por aspersión compuesto por 20 aspersores.