Tal como Ricardo Bochini escribió su nombre en las páginas doradas con su tanto ante la Juventus por la Intercontinental del 73, José Percudani hizo el suyo frente al Liverpool en la del 84. La particularidad que tuvo la última fue que todavía estaba latente la Guerra de las Malvinas, algo que agregó cierto condimento a la cita que tuvo lugar en el Olímpico de Tokio.
"Veníamos de la guerra y aunque no había rencores, el orgullo argentino siempre está", recordó Mandinga, quien fue considerado la figura de ese histórico encuentro para el Rojo. Antes de que Diego Maradona desparramara ingleses en México 86, fue él quien los puso de rodillas adentro de un campo de juego: "Teníamos ese amor propio, esas ganas de ganarles… Influyó mucho el tema Malvinas".
Aquel elenco conducido por José Omar Pastoriza deleitaba a propios y ajenos por su exquisita propuesta futbolística, pero no escondía la pierna cuando la situación lo requería y su última línea contaba con expertos en esa materia. "Teníamos jugadores como Enzo Trossero, que te sacaba ese temperamento y te transmitía que estábamos peleando de vuelta", relató crudamente.
El propio defensor habló de aquella histórica proeza: "Tengo una mezcla de sentimientos. Por un lado me pone triste lo de Malvinas, pero por el otro está la alegría del título". El santafesino afirmó que en Japón no se sintieron visitantes y señaló a uno de los rivales: "Al galés Ian Rush no lo podíamos contener. Le debe haber quedado marcada la espalda de los golpes que le dimos; aunque él me dio una cachetada que no me la olvido más".
Ese conflicto bélico convirtió a los neutrales y hasta fanáticos de otros cuadros en simpatizantes de Independiente durante las vísperas de ese duelo. "El equipo le gustaba a la gente y me acuerdo que muchos hinchas de Boca me decían que habían visto o escuchado el partido y festejado", aseguró Percudani, quien no se olvidó de mencionar la caballerosidad de los adversarios británicos: "Fue un partido bien peleado, de copa, pero fueron muy correctos".
Con solamente 19 años, aquel novato que luego de la consagración fue recibido por cientos de personas en su Bragado natal, se emociona al rememorar ese sensacional once de uno de los grandes de Avellaneda. "Salíamos a ganar en todas las canchas y podíamos vencer a cualquiera", fueron las palabras que evidencian la confianza de un plantel que se le plantó de igual a igual al campeón de Europa y se dio un gran gusto deportivo tras la tristeza y pérdida de las Malvinas.
Por su fanatismo por la camiseta roja, Percu no dudaría en negociar su protagonismo en la historia de la institución, con tal de que Independiente retorne al primer plano mundial. "Estamos pasando un mal momento, no puede ser que hace tanto no salgamos campeones, pero hay que ponerle el pecho a las balas y alentar", concluyó.
QUÉ LE DIJO PASTORIZA A PERCUDANI ANTES DE JUGAR
"Pelito (así lo llamaba), siempre confié en vos. Tenés la oportunidad de tu vida, guacho, vas a jugar la final del mundo", fue la frase del Pato para Percudani. Con 19 años, el veloz delantero le respondió y juntos pudieron celebrarlo. "Me tenía mucha fe y le respondí", aseveró.
Colaboración: Ernesto Cherquis Bialo y Fernando Taveira
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