Que los negocios de los violentos en el fútbol tomar total preponderancia no es novedad: los resultados negativos no son los únicos motivos por los cuales los barrabravas atentan contra sus propios jugadores, institución o dirigentes. Y un claro ejemplo es lo que sucedió en Patronato.
El frente de la sede del club de Paraná recibió 9 balazos -calibre 22- anoche, cuando todavía había gente trabajando adentro. Los empleados quedaron expuestos debido a que algunas balas se colaron y llegaron hasta la zona interna del edificio aledaño al estadio Presbítero Bartolomé Grella.
Esta vez el reclamo no quedó en una pintada, sino que los malvivientes apelaron a un arma de fuego y a las amenazas contra los dirigentes. Tanto el presidente Miguel Hollmann -asumió hace seis meses- como el vocal Adrián Bruffal fueron intimidados y debido a eso, se encuentran con custodia personal. Ambos estudian la posibilidad de abandonar sus respectivos cargos, según informó El Diario.
Patronato está realizando una gran campaña y permanece lejos de la zona de descenso. Además, se ubica en una posición expectante en la tabla de posiciones, donde se ilusiona con acceder a la zona de clasificación a las copas. Evidentemente, hay cuestiones que trascienden los resultados deportivos y las autoridades deberán tomar cartas en el asunto para esclarecer qué intereses ocultos existen.
LEA MÁS: