El presidente de Lanús, Nicolás Russo, recibió amenazas de muerte en las últimas horas por un miembro de la barrabrava disidente de la institución que pugna por quedarse con el liderazgo de la facción oficial.
Además, el violento amedrentó a otros directivos al punto tal que a uno de ellos le mostró un arma de fuego. El hecho ocurrió cuando Matías Polaquito Soto, líder de la barra de Claypole, persiguió con su auto a Russo desde el Concejo Deliberante de la ciudad hasta el club.
Cuando llegaba a la institución, lo abordó, pero el presidente le dijo que "no tenía nada que hablar" con él. No obstante, Soto le espetó que por su accionar "debía atenserse a las consecuencias" en una clara amenaza.
Lejos de contentarse, el Polaquito ingresó al predio, amedrentó a otros dirigentes y a uno de ellos le mostró un arma. En un claro desafío, Soto se tomó fotos en el vestuario y en el campo de juego como forma de proclamarse líder de la hinchada del Granate.
Russo denunció el hecho ante la Aprevide y solicitó que el partido del lunes frente a Gimnasia en la Fortaleza se juegue sin hinchas visitantes.
El autor de la amenaza, prófugo de la Justicia
Horas después del episodio registrado con la dirigencia del Granate, Soto baleó el domicilio de Carlos Repacha Mollo, actual líder de la facción oficial del club de la sur. Una vez consumado este violento hecho, efectivos de la Policía Bonaerense concurrieron hasta el domicilio del Polaquito para detenerlo en el marco de esta causa, en la que se lo acusa de amenazas y tenencia de armas.
Sin embargo, esta persona logró escapar por el techo de su vivienda y se encuentra prófugo. En las últimas semanas, el presidente de Temperley, Hernán Lewin, debió renunciar a su cargo después de haber sido amenazado por barrabravas de su club.
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