Desde las tribunas del estadio Arena Zagreb, donde el equipo argentino de Copa Davis define la final ante Croacia, Diego Maradona afrontó los micrónos y se refirió a la muerte de Fidel Castro.
"Me abrió las puertas de Cuba cuando en Argentina había muchas clínicas que me las cerraban. Me llamaba a las 2 de la mañana para hablar de política, béisbol o cualquier deporte… Tuve una relación que no sé si muchos deportistas cubanos la tuvieron", manifestó el Diez, quien se mostró muy apesadumbrado por la pérdida física de uno de los máximos exponentes de la historia del socialismo.
Recordó los consejos que el líder cubano le dio sobre su enfermedad y hasta le dio un título de honor en su vida: "Fue un segundo padre para mí". Maradona confesó que "me agarró un llanto infernal" cuando se enteró de la noticia y que nadie puede imaginar lo que se siente sentarse enfrente de una "leyenda viviente" como lo era Castro para él.
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Con un brazalete negro en su honor, exclamó en TyC Sports: "Les digo a los anticastristas que es muy penoso festejar su muerte, dan casi asco". Cuando culmine el partido entre Argentina y Croacia por la Copa Davis, volará directamente hacia Cuba para despedirse de su amigo. "Lo llevo tatuado en la piel y en el corazón", mencionó sobre la tinta que lleva en una pierna.
SU ÚLTIMO ENCUENTRO, HACE TRES AÑOS
"Ese día me preguntó si me iba a despedir y me explotaron los ojos de lágrimas. No me había ido a despedir, lo fui a ver. Pero lo vi tan frágil físicamente, que por ahí tenía razón"
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