La Comisión Regularizadora de la AFA fue designada por la FIFA con el objetivo de reorganizar el fútbol argentino, diseñar el nuevo estatuto y convocar a elecciones. Sin embargo, Armando Pérez y el resto de los integrantes de la dirigencia de transición han demostrado hasta ahora que tienen otras intenciones. De otra manera no se podrían explicar algunos actos jurídicos que van más allá de sus potestades.
Esta semana se sumó un nuevo movimiento que excede las facultades impartidas por Gianni Infantino. El ex presidente de Belgrano de Córdoba empezó a negociar la venta de los derechos de televisación de los partidos del fútbol argentino. El objetivo de los clubes es terminar definitivamente el vínculo que los unió al Estado y generar un nuevo esquema de ingreso con aportes privados.
Las primeras empresas que blanquearon su interés en ingresar al negocio son Fox y Turner. Con la mediación del gobierno nacional, presentaron una propuesta para quedarse con los derechos a cambio de $2.000 millones anuales. Se rumorea que IMG también se sumaría a la compulsa.
Anoche los presidentes se reunieron en la AFA. Todos coincidieron en que la oferta es escasa. Dicen, por ejemplo, que el actual régimen del Fútbol para Todos les garantiza ingresos más altos. Y piden casi el doble de lo que les ofrecieron para volver a hablar.
Pero además sobrevoló por primera vez en la mesa de debate un inconveniente jurídico que hasta ahora no había sido tenido en cuenta. Especialistas en derecho societario advirtieron que la Comisión Regularizadora no tiene facultades para realizar actos jurídicos en nombre de la AFA. En términos prácticos significa que sus integrantes no están revestidos de la representación necesaria como para rescindir el contrato del Fútbol para Todos y firmar un nuevo acuerdo con Turner, Fox, IMG o la empresa que fuese.
Si Pérez, su mano derecha Víctor Taboada o algún otro integrante de la Comisión decidiera avanzar con la venta de los derechos audiovisuales, podría abrirse un nuevo escenario con consecuencias en los tribunales impredecibles. Es que la única organización que puede vender los derechos de TV es la AFA institucionalizada, con su presidente elegido democráticamente de acuerdo al estatuto vigente.
En la negociación por la televisación de los campeonatos argentinos hay además un inquietante desatino de índole moral. No deja de llamar la atención que la Comisión Regularizadora le abra nuevamente las puertas de los negocios del fútbol a empresas que fueron eyectadas de otros países luego del FIFA Gate.
Por ejemplo, Full Play, la sociedad de Hugo y Mariano Jinkis, mantiene un contrato que le permite vender los encuentros de la Argentina en el exterior a través de una sublicencia que le otorgó Torneos, la otra compañía vinculada al escándalo de sobornos.
Recientemente, el empresario uruguayo Francisco "Paco" Casal volvió a poner de manifiesto los desmanejos de estas firmas. A través de las compañías GolTV y Global Sports, presentó una demanda millonaria en la que describió el entramado de coimas que se pagaron a la Conmebol a cambio de los derechos televisivos de varios torneos, entre ellos la Copa Libertadores de América.
De acuerdo con la presentación a la que accedió Infobae, entre los acusados se encuentran las firmas FOX, Pan American, Torneos y T&T Sports; los argentinos Burzaco y Hugo Jinkis; y los dirigentes deportivos Eugenio Figueredo y Juan Napout.
"GolTV y Global Sports fueron dañadas directamente por los sobornos de Fox, Pan American, Torneos y T&T a la Conmebol y a sus directivos. En varias ocasiones, la Parte Demandante ofreció una suma sustancialmente mayor por los derechos de televisación para transmitir los Torneos de Clubes que los montos que T&T pagaba u ofrecía a la Conmebol por esos derechos", especificó la denuncia.
Y agregó: "Los dirigentes de la Conmebol en repetidas ocasiones rechazaron las ofertas superiores de las Demandantes en favor de las ofertas inferiores de T&T debido a los sobornos pagados a esos dirigentes".
Como prueba, se adjuntaron las ofertas realizadas, algunas de las cuales pueden resumirse en los siguientes cuadros:
Y el presunto flujo de sobornos desde Fox a la Conmebol a cambio de los derechos exclusivos de los torneos más importantes del continente fue descripto con este gráfico: