La estadía de Teófilo Gutiérrez en Rosario no viene siendo satisfactoria y el jugador no tuvo problemas en reconocer la disconformidad que gobierna su ser por estas horas, a tres meses de realizar su debut en el equipo de Eduardo Coudet y sumar pocos minutos en el campo de juego.
"Yo no tengo que demostrarle nada a nadie. Si vine aquí es porque quise. Es una experiencia que quiero probar. Hay que esperar estos últimos partidos para ver cómo me va y sino tomar la mejor decisión para mí", advirtió el delantero que en el país jugó también con las camisetas de River, Racing y Lanús.
Con un tono de despedida afirmó que intentó "dar lo mejor", pero que hay cuestiones "extrafutbolísticas que uno no puede cortar". Teo señaló: "Llevo muchos goles en mi carrera. Por aquí hay un estilo de juego y hay que respetarlo. Un jugador no puede cambiar el estilo de juego que llevan ellos hace 2 años; yo hace dos meses que estoy".
El colombiano, con apenas siete partidos en el semestre con el Canalla, no abandonó la parsimonia que lo caracteriza pero apostó por la contundencia de sus palabras: "Jugué 6 partidos pero no me ha llegado una bola mano a mano con el portero. Es difícil para cualquier delantero que no tenga opciones de gol".
Teo, que tuvo un cruce con Marco Ruben, no esquivó la clásica pregunta sobre si es feliz y contestó, un tanto a desgano: "No me pueden pedir que esté feliz en dos meses. Si no conozco nada. Conozco nada más la ruta a mi casa, el shopping y venir a entrenar. Tengo que estar un año, dos o tres. No estoy feliz porque no estoy jugando y amo el fútbol, quisiera jugar todos los días y ser el mejor".
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