Por primera vez en 15 años, Barcelona teme a un no de Lionel Messi. El jugador, según consigna el diario deportivo Marca, le avisó al club en julio que no renovará o, al menos, no aseguró su continuidad en el club a partir de junio de 2018, cuando finalizará su séptimo vínculo con la institución catalana a la que llevó a la gloria y con la que se convirtió en el mejor del mundo.
La noticia impacta porque tiene esta vez datos concretos que reconstruyen que Lionel Messi tomó la decisión de llegar al final de su vínculo y ahí decidir y que, incluso, evaluó la opción de no completarlo. Esto habría ocurrido durante las últimas vacaciones que el rosarino pasó con su mujer, Antonella Roccuzzo, y sus hijos en un yate que alquiló en Ibiza el pasado mes de julio (verano europeo).
Hoy, la cláusula de recisión del contrato de La Pulga es de 250 millones de euros, cifra que deberá cualquier club que quiera llevárselo antes del 30 de junio de 2018 o él mismo si toma la decisión de irse previo a esa fecha. Se supo hoy que el delantero argentino que hoy se encuentra abocado a sus compromisos con la Selección, le comunicó a su padre en julio su decisión de no garantizar la renovación con Barcelona y que éste transmitió la palabra de su hijo a la dirigencia que encabeza Josep María Bartomeu.
Desde entonces, asegura el diario Marca, ya no hubo comunicación entre las partes en busca de reflotar las negociaciones.
Lionel Messi conquistó el mundo y la historia del fútbol con la camiseta del Barcelona. Allí emigró con su familia en diciembre de 2000, cuando tenía 13 años. Debutó en el club blaugrana en octubre de 2004, cuando tenía 17, y desde entonces logró hasta lo impensado: 29 títulos entre locales e internacionales, ocho de los cuales fueron Ligas de España, cuatro UEFA Champions League y tres Mundiales de Clubes.
La Pulga es el máximo goleador en la historia del Barcelona y es quien más anotó en la historia de la Liga, como algunos de los datos más relevantes, sin dejar de mencionar que ganó cinco veces el Balón de Oro como reconocimiento al mejor del mundo y está nominado con serias chances de volver a ganarlo en 2016.
Entonces, ¿qué le pasa a Lionel Messi? Se cansó de sus problemas con el fisco de España, se siente perseguido. El pasado 6 de julio fue condenado por Hacienda (tal el nombre del órgano recaudador), lo condenó a 21 meses de cárcel al constatarse un fraude de 4.1 millones de euros por la no declaración de ganancias por la explotación de su imagen. El mismo castigo recayó sobre su padre, Jorge Messi.
Lio debió pagar además una multa de 2 millones de euros y su padre 1.5. Antes ya había regularizado su situación fiscal mediante una suma de 5 millones de euros por delitos fiscales cometidos en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009.
Hoy, nada está claro en el futuro de Messi. En Barcelona creen que ya no se trata de ofrecerle suntuosas sumas de dinero para garantizar su renovación. Hoy se trata de otra cosa. Actualmente el argentino gana 48 millones de euros brutos al año, sólo en el ítem sueldo, pero el dinero no pesa esta vez ya que se descarta que toda renovación conlleva una mejora considerable.
Así entonces vuelve a aparecer en escena el fútbol inglés. Porque ya hubo intención y hasta charlas del entorno más cercano de Messi con Román Abramóvich, el magnate ruso dueño del Chelsea que en silencio persigue desde hace tiempo su sueño de vestir de Blue a Lionel.
¿Y Guardiola? El técnico que llevó a Barcelona a convertirse en el mejor equipo de la historia durante su ciclo como entrenador, con el argentino como estandarte futbolístico, comanda hoy al Manchester City y el delantero rosarino guarda por él el aprecio y reconocimiento lógico de quien lo acompañó en su camino a la conquista del mundo.
¿Y Newell's? En la mitad de Rosario, todo es ilusión.