¿Qué va a pasar con la Bombonera? Esa es la pregunta que se hacen desde hace mucho tiempo en el Mundo Boca. La gran masa societaria que tiene el club llevó a que el presidente Daniel Angelici proponga construir un nuevo estadio, que pueda albergar al doble de público que el actual.
La dificultad de poder comprar las dos manzanas linderas impulsó esta propuesta que genera discrepancias. Porque están los miles de hinchas que no tienen forma de ver al equipo de sus amores (como no hay lugar, la inscripción de socios está cerrada hace varios años). Pero también se encuentran los que consideran que la Bombonera es un ícono mundial, un monumento histórico, un símbolo de la Ciudad y del país; y que por ello no debe ser reemplazado.
Su historia y su mística la hizo mundialmente reconocida (varias estrellas del deporte lo manifiestan a diario) y lleva a que miles de turistas año a año tengan como cita segura Brandsen 805, la dirección exacta.
A tal punto llegó el debate que la embajada de Eslovenia envió un comunicado al club pidiendo que no "jubilen" a la Bombonera. No sólo por remarcar que el arquitecto que la diseñó es del país balcánico, sino porque entienden que deben prevalecer los criterios culturales.
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En la carta, con firma de Jadranka Sturm, embajadora de la República de Eslovenia, sugiere que el club agote todas las posibilidades para remodelar el estadio al que consideran un "excepcional logro arquitectónico".
Además, menciona al esloveno Viktor Sulcic, el arquitecto que diseñó el mítico estadio en 1932, y también a Tomaz Camernik, un discípulo esloveno de la escuela de Sulcic, que plantea una ampliación.
EL COMUNICADO
"La embajada de la República de Eslovenia sigue con mucha atención los avances en la ampliación del estadio de Boca Juniors en la Boca o en la posible construcción de su nuevo complejo deportivo. La actual "Bombonera", construida por el mundialmente reconocido arquitecto esloveno Victor Sulcic, tiene para Eslovenia un significado muy especial. Es una de las obras mas famosas del arquitecto Sulcic y uno de los símbolos más importantes de Buenos Aires. Representa el cariño y la apertura con la que Buenos Aires desde siempre recibió a los extranjeros de todas las partes del mundo, también de Europa.
A principios del siglo XX emigró a Argentina también la familia Sulcic de los alrededores de Trieste, que por entonces era parte del imperio Austro-Húngaro. Esta familia se decidió por emigrar a Argentina por motivos económicos. La vida porteña en un ambiente abierto y multicultural incidió en la creatividad de Victor Sulcic de cuyo ejemplos son el mercado del Abasto y La Bombonera, íconos de la fuerza de los inmigrantes reconocidos más allá de las fronteras argentinas.
Debido a la globalización, hoy en día las decisiones sobre la remodelación o creación de grandes complejos deportivos de interés público son más dependientes de cálculos financieros que de la importancia del patrimonio cultural o artístico. Por ser La Bombonera única en su estilo y reconocida por el mundo como un excepcional logro arquitectónico, la Embajada de la República de Eslovenia considera que es necesario arbitrar todos los medios para conservar la construcción y la imagen original. En caso contrario, Buenos Aires perdería uno de los símbolos más conocidos y uno de los estadios más emblemáticos a nivel internacional, sobre todo entre los simpatizantes de este deporte.
Sabemos que una de las propuestas de la remodelación pertenece al arquitecto esloveno Tomas Camernik, que profundizó sus estudios de arquitectura con los trabajos de Victor Sulcic, su gran ídolo, proyectó la ampliación del estadio de Boca, respetando su estilo original.
La embajada de la República de Eslovenia apela a que en la toma de decisiones sobre el futuro de La Bombonera prevalezcan los criterios culturales y artísticos profesionales que posibiliten la ampliación del estadio en un alcance racional en armonía con su entorno y con su historia.
Muy cordialmente.
Jadranka Sturm
Embajadora de la República de Eslovenia".