La Selección argentina está al borde del abismo, luego de la goleada sufrida en el clásico contra Brasil por 3 a 0 en Belo Horizonte. Este resultado dejó al combinado del nacional en la sexta colocación, y por ende fuera del Mundial de Rusia 2018.
Esta crítica situación comenzó a dejar en evidencia algunos roces entre lo que piensan los jugadores y Edgardo Bauza. Si bien todos los futbolistas coincidieron en que el principal problema es psicológico, uno dejó una frase que hizo muchísimo ruido.
"Creo que tocamos fondo. Venimos de un par de resultados negativos. No jugando bien, sin saber a qué jugamos, de perdernos en la cancha, de desordenarse en la cancha. De descontrolarse ante el mínimo problema", esbozó, nada más ni nada menos, que Lionel Messi, el capitán del equipo.
Los cambios de esquema constantes (4-2-3-1, un 4-3-3 por momentos del partido y el 4-4-2 utilizado ante Brasil), sumado a que aún no está definido el estilo de juego, hacen desconcertar al plantel albiceleste.
Sin embargo, hubo otra medida adoptada por el Patón que no fue bien vista por los referentes de la Selección. El director técnico notó a los futbolistas destruidos, y debido al retraso en el vuelo chárter rumbo a Buenos Aires, decidió suspender la práctica y darles un día de descanso.
Aunque la mayoría acató la orden, los pilares del grupo le enviaron una indirecta a Bauzá: Lionel Messi, Javier Mascherano, Ángel Di María, Nahuel Guzmán y Éver Banega se quedaron en el predio de Ezeiza.
Mientras todo esto sucede, el martes, en San Juan, los jugadores y entrenador se jugarán gran parte de su futuro ante Colombia.
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