Fue una de esas noches extrañas que los jugadores a menudo suelen vivir. El rol de villano y héroe se fusionan con una facilidad asombrosa. Su rendimiento queda empañado ante el error o redimido por una resolución que sirve como auxilio ante las fallas. Ramiro Funes Mori tuvo una actuación así ante Perú.
El ex defensor de River comenzó llevándose todos los flashes con su sobriedad y anotando el gol que abrió el marcador, para darle tranquilidad a los dirigidos por Edgardo Bauza en el Estadio Nacional de Lima. Tomó un rebote y con eficacia envió la bola al lado del poste.
Sin embargo, en el complemento su nivel entró en un declive similar al de sus compañeros. A los 13 minutos un pelotazo a sus espaldas lo encontró lento de reacción. Paolo Guerrero dominó con el pecho y el hombre del Everton no pudo incomodarlo ante el remate que equilibró el resultado.
Gonzalo Higuaín volvió a poner al frente a la selección nacional, pero nuevamente apareció en escena el Mellizo. Javier Mascherano dio un mal pase atrás, Guerrero se metió en el área y el marcador central lo cruzó. Si bien la jugada fue dudosa, el árbitro brasileño Sandro Ricci no dudó en pitar el penal que terminó sellando el 2-2.