El amor por los colores no entiende de razón. Eso es algo que está más que claro en Argentina y en muchas partes del mundo. Sin embargo, día a día esto no deja de sorprendernos.
Esta vez fue Diego Larrea, "un enfermo y fanático de Boca", como él le confiesa a Infobae, quien pasó el límite de la cordura al bautizar a su bebé con el nombre Xeneize. O mejor dicho, quien volvió a evidenciar que no hay razón que nos haga entender la pasión y el amor por tu club de fútbol.
"Es mi hijo. Nació el 21 (de septiembre). Le pusimos Vicente Xeneize Larrea. Soy enfermo de Boca", se presenta orgulloso este fanático de 35 años, que actualmente vive en Boedo pero que se crió en La Boca.
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Ante la consulta de cómo fue que se le ocurrió llamar a su bebé con el apodo de Boca, contó: "En mi casa somos todos de Boca, enfermos y vamos a todos lados a verlo. Un día un amigo me tiró el nombre Xeneize, me volví loco y no pare hasta poder hacerlo".
Pero esta no es una ocurrencia que nació ahora de parte de un amigo. Hace más de una década, Diego intentó romper la barrera de la razón: "Tengo otras dos nenas con mi anterior pareja y a una le quise poner Azul Amarilla y no me dejaron. Fue hace 12 años. Igual se llama Abril Azul".
En pareja con Eliana González, "que es hincha de Boca pero no enferma como yo (ríe)", logró cumplir el sueño de todo hincha fanático. "Ella me bancó en esta locura con mi nene más chico. Es una locura mía y me siguió. Costó pero se pudo", contó.
Diego confesó qué sentiría si Xeneize termina como jugador de Boca: "¿Si sueño que sea futbolista del club? Sería hermoso, pero mientras sea de Boca que haga lo que tenga ganas".
Y para finalizar con la charla, una frase que lo pinta de cuerpo entero sobre la clase de hinchas que es. Ante la consulta de si espera que desde el club le llegue algún regalo o mención, reconoció: "No quiero nada. Soy de Boca por amor a la camiseta y a los clubes hay que darle y no sacarle".