Sin dudas, no fue un día más en la vida de Gabriel Omar Batistuta. El ex futbolista argentino vivió una jornada plagada de emociones. Primero, fue condecorado en Florencia, ciudad en donde brilló con la camiseta de la Fiorentina. Luego, demostró su talento con la pelota, pese a sus problemas físicos.
El Bati fue nombrado ciudadano de honor en Florencia, donde dio un sentido discurso y terminó llorando de alegría al recordar sus años de gloria con el conjunto viola. Entre 1991 y el 2000, el ex futbolista salió campeón de la Serie B y ganó la Copa Italia y la Supercopa de Italia. Además, es el máximo artillero en la historia de la institución.
"Qué emocionante, me pone la piel de gallina pensar en volver a jugar en ese estadio", soltó Batistuta en el medio de su discurso, palpitando lo que sucedería horas más tarde
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Luego, se dio una imagen que pasó a ser poco común debido a sus problemas en los tobillos, los cuales lo llevaron a retirarse y al día de hoy lo siguen atormentando. En el Artemio Franchi, mismo estadio donde deslumbró como hombre de la Fiorentina, disputó un partido benéfico entre el Resto del Mundo y viejas glorias de Italia. El oriundo de Reconquista se despachó con tres goles y su equipo se impuso por 12 a 6.
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