Ezequiel Barco es el nombre del jugador en el que Independiente deposita su confianza a futuro. El talentoso volante ofensivo de 17 años empezó su carrera en la máxima categoría de la mano de Gabriel Milito y ante Godoy Cruz tuvo su debut en la red.
Con una calidad y desfachatez digna de un deportista consagrado, el joven del Rojo tuvo una interesante muestra de calidad en el triunfo del equipo en el estadio Libertadores de América.
Primero tiro un caño con una linda pisada, que le dejó como saldo un duro golpe. Luego tuvo su merecido premio cuando el reloj ya marcaba el tiempo de adición: los mendocinos quedaron mal parados, el Rojo enhebró una contra y Vera le dio su cuota de calidad a la jugada previa con un taco.
El jugador surgido de las inferiores quedó mano a mano, definió el primer palo y gritó con furia su primer gol para Independiente.