El 22 de junio de 2012, día en el que River ascendió a Primera División después de imponerse 2-0 ante Almirante Brown en el Monumental, se encendió la cuenta regresiva de la bomba. Un socio y abonado a una de las plateas del estadio llegó con su hijo y vio que su ubicación estaba ocupada, el asistente le mostró que su ticket era legítimo y al no hallar respuesta en los acomodadores de turno, decidió realizar la denuncia.
Este pequeño conflicto pasó a manos judiciales y ahora resurgió, con los procesamientos de Daniel Passarella (ex presidente), Diego Turnes (ex vice), Gustavo Poggi (ex responsable del área de socios), Eduardo Rabufetti (ex vocal), Andrés Montinero (gerente de la empresa que emitía las entradas), los oficiales Alejandro Rivaud y Alejandro Hayer y miembros de la barrabrava: Martín Araujo, Guillermo Godoy, Matías Goñi y José Uequín.
¿Pero cómo fue posible que se reprodujera una localidad en ese entonces? Según informó el periodista Gustavo Grabia, entre seis mil y siete mil entradas por partido eran violentadas y quedaban en manos de terceros, que pagaban por las que correspondían a los abonados. La estrecha relación entre los barrabravas y dirigentes, que derivó en el embargo de 32 millones de pesos en total, hizo posible este fraude.
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Escuchas telefónicas salieron a la luz y dejaron al descubierto la metodología de reventa. Desde el sitio Top Show, estaban identificados determinados socios que no acudían a menudo a ver los partidos de River. Así es que los tickets quedaban en desuso y eran aprovechados por barrabravas, que se encargaban de ubicarlos. ¿Las vías? Las publicaban en internet, contaban con una oficina en el microcentro para el retiro en persona y en las inmediaciones de la cancha, antes de cada encuentro.
Pero además de contar con ingresos para las tribunas de los cuatro costados, también existían cintas vip para extranjeros, que desembolsaban 300 dólares para seguir los cotejos en vivo desde uno de los palcos. En teoría, este sector estaba reservado para una empresa de turismo ficticia y también fue utilizado por un juez simpatizante del Millonario.
Daniel Passarella fue procesado por la reventa de entradas en su gestión en Riverhttps://t.co/LBlGlqx4gC pic.twitter.com/mtwauzHqWP
— InfobaeDeportes (@InfobaeDeportes) September 7, 2016