Luego del fallido intento por imponer el AFA Plus en todos los estadios del fútbol argentino, se presentó el proyecto sucesor llamado Tribuna Segura y que cambiará el ingreso de los hinchas a las diversas canchas del país.
Todo aquel que concurra a un estadio deberá tener el Documento Nacional de Identidad para que los efectivos policiales lo escaneen en un celular y conozcan al instante si esa persona tiene pedido de captura o derecho de admisión.
La diferencia con el proceso anterior está en que sólo se identificaba a aquellos que tenían derecho de admisión a partir de una lista que creaban desde los mismos clubes. "Los dirigentes eran extorsionados por los barras. Ahora van a tener que venir al Ministerio de Seguridad. El control lo pone el Estado, no el club", señaló la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en la presentación.
Aquel que sea identificado con algún delito a partir del control de los DNI deberá pasar las horas del partido y las dos posteriores en algún lugar a designar en Capital. Cabe destacar que el sistema comenzó en la Ciudad de Buenos Aires y lentamente se irá replicando a lo largo y ancho del país.
La funcionaria fue tajante sobre las barras y señaló: "El objetivo es que no haya más barras bravas. No queremos ver más la imagen de efectivos custodiando a los violentos".
El nuevo método, que tendrá la base de datos de todos los argentinos, está pensado para ser utilizado en celulares con sistema operativo android. Todavía el Estado debe adquirir la totalidad de los teléfonos que se utilizarán.
"Empezamos en la primera fecha con dispositivos móviles de identificación para leer el código de barras del DNI y acceder a diferentes bases de datos. Tuvimos resultados exitosos con gente de San Lorenzo y River", contó sobre las primeras experiencias Guillermo Madero, encargado de la seguridad en espectáculos deportivos.
NUEVAS PENAS PARA LOS DELITOS EN LOS ESTADIOS
Bullrich también contó que enviaron un proyecto de ley al Congreso para que los delitos cometidos en un estadio tengan penas agravadas. "Creemos que los delitos que se cometan en una cancha de fútbol generan una situación de enorme riesgo, frente a 60 o 70 mil personas", subrayó.
La propuesta prevé, además, penas para todos los delitos cometidos en las inmediaciones de las canchas, con los trapitos y revendedores de entradas en el foco. "La gente si no paga lo que le dicen le rompen el auto. No habrá más contravenciones y sí tendrán carácter penal. Actuarán las policías locales", reflejó la ministra.