Cuando Armando Pérez dice "la FIFA soy yo", no sabe lo que dice. Por definición, lo que la FIFA ha hecho con la AFA al designarle una "Comisión Regularizadora "es acudir como amigable componedor" (según la traducción del inglés) a reemplazar a su Comité Ejecutivo, frente a la imposibilidad de elegir presidente según dictamen de la Justicia.
Las funciones para la que fueron nombrados como cuerpo son: administrar, adecuar el Estatuto al nuevo orden de la FIFA y generar las condiciones para el llamado a elecciones. Todo esto en un plazo máximo de un año. O sea que para llevar a cabo eso y nada más que eso, tienen tiempo hasta el 30 de junio de 2017.
Las demás cuestiones que se están gestionando hoy en la AFA generan dos graves faltas según la doctrina de la FIFA. Ellas son: CONFLICTO DE INTERESES y DEBERES DE LEALTAD.
¿Quién y cómo se nombraron a los miembros de la Comisión Regularizadora? Fue un mix entre el Gobierno de nuestro país que puso a Armando Pérez y al doctor Javier Medin (vía Fernando Marín), la AFA residual que nombró a Pablo Toviggino por mandato del Consejo Federal y la Conmebol que designó a la doctora Carolina Cristinziano, esposa de Gonzalo Belloso quien es la "mano derecha" de Alejandro Domínguez, nada menos que el presidente de la Conmebol y vicepresidente de la FIFA.
Veamos dónde pueden hallarse situaciones que vulneran estos dos principios.
CONFLICTO DE INTERESES. La abogada Carolina Cristinziano es agente FIFA, condición que mantiene vigente y que, de hecho, vulnera el principio impuesto por la FIFA, aún cuando ya no preste servicios para el empresario Gustavo Mascardi.
DEBERES DE LEALTAD. Para la FIFA queda claro que esta o cualquier otra Comisión Regularizadora tiene como función administrar, no disponer. O sea, no está para cesantear, disponer de bienes, pergeñar cambios de domicilio o comprometer ingresos a futuro. Lo que jurídicamente se llama Actos de Disposición.
Claramente, es de público y notorio conocimiento que Pérez ha anunciado algunas de estas cosas. Y que también se ha expulsado –antes que cesanteado- a empleados de la AFA.
Hay más. Si marcamos una simetría con una república podremos coincidir en que el Comité Ejecutivo –en este caso la C.R- es el Gobierno, la Asamblea sería el Poder Legislativo y el Tribunal de Disciplina obraría como el Poder Judicial. ¿Cómo explicar entonces que cualquier miembro de estos cuerpos no pueda ingresar a cualquiera de las dependencias de la AFA? Cosa que ocurrió en Ezeiza en el marco de varios anuncios que realizaron los miembros de la Regularizadora.
Adviértase en la documentación que forma parte de esta columna que el 17 de agosto, 43 miembros de la Asamblea, acompañados por 12 miembros del Consejo Federal en representación de 281 ligas del interior del país, elevaron al Tribunal de Disciplina una denuncia que consta de 10 puntos. Podrá leerse lo abarcativo de las cuestiones planteadas. Frente a esto, el Tribunal elevó la denuncia a la Comisión Regularizadora y seis días después, el 23 de agosto, por Boletín Oficial le otorgó 10 días para que responda a los cargos. El único integrante de la C.R que cumplió con la respuesta fue Pablo Toviggino, quien antes del vencimiento del plazo, le pidió cinco días más al Tribunal por fehacientes razones de salud. El resto de los integrantes de la C.R quedaron en la figura jurídica de la "rebeldía". Y esto significa aceptar los cargos y por lo tanto declararse culpables.
Como dijimos, quien por ahora queda exento es Pablo Toviggino, a quien le ampliaron el plazo para declarar. ¿Lo hará? Si no lo hace quedará en el mismo marco de los otros tres miembros: "rebeldía". Más, si hablara, ¿su testimonio podría ratificar los manejos unipersonales, el desconocimiento a la representatividad de los dirigentes y de los cuerpos dirigenciales, la falta de reuniones para la toma de medidas en consenso?
Ninguna denuncia incluye manejo de dinero. Pero todas están direccionadas a un manejo personal, básicamente de Armando Pérez y sus gerentes adlateres, que excede las atribuciones conferidas por la FIFA.
Suele repetir Armando Pérez que "el Gobierno aquí no tiene nada que ver…somos nosotros". Sin embargo ha designado en la Comisión de Notables, que analizaran las más de 40 propuestas para el manejo de las Selecciones Juveniles, a Carlos MacAllister, a la sazón, secretario de Deporte de la Nación. Esos proyectos, antes que nadie, fueron leídos y pasaron la primera decantación según el criterio de dos hombres de Belgrano de Córdoba: Mario Griguol y Miguel Laciar. Ellos se instalaron en la sala de sesiones del viejo Comité Ejecutivo y por sus manos pasaron las propuestas de Menotti, Brindisi, el Indio Solari, Ferraro, Salorio o Vivas entre las 44 carpetas presentadas. "Que falta de respeto/que atropello a la razón/ cualquiera es un señor/cualquiera es un ladrón…", diría Enrique Santos Discépolo en "Cambalache".
Suele repetir Pérez que “el Gobierno aquí no tiene nada que ver…somos nosotros”, pero los hechos lo desmienten
Como se sabe, la Asamblea y el Tribunal de Disciplina son autónomos. Esto significa que para el Tribunal, una denuncia de la Asamblea tiene la más sólida identidad. Y no requiere de ningún permiso de FIFA para tomar las decisiones que se ajusten a sus reglas. Puede sancionar a uno o más miembros de la C.R, con amonestación. También podría apercibir con severa advertencia. O, acaso, remover o recomendar a la FIFA la ampliación de los miembros integrantes de esa Comisión.
La declaración de Pablo Toviggino, quien se recupera de una toillette quirúrgica en Santiago del Estero, su ciudad, será fundamental. De aquello que declare dependerá la actuación posterior del Tribunal de Disciplina que preside el prestigioso Escribano Fernando Mitjans, vicepresidente, a su vez, del Tribunal de Apelaciones de la FIFA.
¿Estamos en el umbral de una crisis? Por ahora, sólo se puede asegurar que quien preside a la Comisión Normalizadora no tiene claro su rol, y por tanto excede sus atribuciones comprometiendo aún a sus propios compañeros de cuerpo.