No se trata de un viaje más. La selección argentina jugará ante su par de Venezuela, país que está envuelto en una grave crisis social y política desde hace mucho tiempo, pero que se vio agravada en los últimos días por la Toma de Caracas, donde la oposición exigió un referéndum revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro.
Por esto es que la delegación argentina tuvo que reparar en todos los detalles: desde la logística para evitar cualquier acto de inseguridad hasta las provisiones alimenticias y de higiene necesarias del plantel profesional. En este sentido, el equipaje contó con una partida extra.
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El plantel ya partió rumbo a Mérida, donde el martes, desde las 20, enfrentará a Venezuela por la octava fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Y el equipaje contó con más peso de lo habitual. Hubo un refuerzo de papel higiénico, jabón, shampoo, dentífrico, desodorantes y toallas higiénicas. Si bien estos artículos siempre forman parte de los viajes, se decidió aumentar las partidas por el desabastecimiento que sufre Venezuela.
Un ejemplo: en el mercado negro se pueden conseguir cuatro rollos de papel higiénico a 1800 bolívares (2,8 dólares, según el cambio oficial flotante); es decir que 48 rollos cuestan casi 22.000 bolívares cuando el salario mínimo mensual es de 22.576 con 42.000 en bonos para alimentos. O el dentrífico con un valor de 1500 bolívares.
Los recaudos también alcanzaron al hotel Convención Boutique, donde se alojará el plantel. Para asegurarse que no habrá faltante de nada, la delegación de AFA firmó un contrato con las autoridades del hotel. El chef se comprometió a que los buffets estarán abastecidos de fiambres, mermeladas, productos libres de gluten, entre otras cosas.
Diego Iacovone, el cocinero de la AFA, es quien se encarga de preparar las comidas y el que corroborará que esto se cumpla. En lo que sí no hubo mayores inconvenientes fue en la partida de agua mineral y gaseosas, debido a que los sponsors de la Selección son los que los proveen en cada viaje.
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La inseguridad y el desabastecimiento fueron dos de los motivos que pusieron en jaque al encuentro. Finalmente, tras una carta de la Conmebol y un llamado a la FIFA a la AFA le dieron garantías y se pudo concretar el viaje que no fue nada sencillo.
Primero porque el Gobierno cerró el espacio aéreo venezolano para vuelos privados hasta hoy, por lo que hubo que solicitar un permiso especial para el chárter de la Selección. Pero sobre todo porque Mérida no tiene un aeropuerto operable, por lo cual la Selección arribará al aeropuerto Juan Pablo Pérez Alfonzo de El Vigía, que se encuentra a 70 kilómetros del estadio Metropolitano.
Para asegurarse la provisión de alimentos, este recorrido final se hará por tierra, bajó estrictos controles de seguridad, y por la noche. Si bien las autopistas están en buenas condiciones, la preocupación está dada por las curvas y porque se trata de un camino montañoso, ya que el recuerdo del accidente del plantel de Huracán por Copa Libertadores sigue latente.