La expulsión de Paulo Dybala y las dolencias que arrastra Lionel Messi no son los únicos motivos que mantienen en vilo al contingente argentino que ya se marchó de Mendoza tras la victoria ante Uruguay por Eliminatorias. El clima político que reina en Venezuela, donde se llevará a cabo el próximo compromiso de la Selección, genera mucha preocupación también.
Más de un millón de personas marcharon por las calles de Caracas para protestar contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y existe una prohibición para que aviones privados vuelen en espacio aéreo de todo el país (al menos hasta el lunes). Si bien el cotejo con la Vinotinto está pautado en la ciudad de Mérida, unos 750 kilómetros al sudoeste, no se sabe si podrá llevarse a cabo.
Messi podría quedar desafectado contra Venezuela por una lesión https://t.co/xkfTmWwunp pic.twitter.com/e7MhHTudJV
— infobae (@infobae) September 2, 2016
Las autoridades de la AFA se hicieron eco de los inconvenientes que existen en suelo venezolano y aguardan por un guiño de la federación anfitriona y la FIFA para que el plantel viaje como está previsto. El ente madre del fútbol no se expidió al respecto, pero en cuestión de horas sonarían los teléfonos para resolver y definir esta encrucijada.
Por lo pronto, el contingente albiceleste regresó a Buenos Aires en vuelo charter tras la acción ante los uruguayos en Cuyo y se entrenará en Ezeiza. Mañana, en turno matutino, también habrá tareas dispuestas por Edgardo Bauza en el predio, antes de almorzar y volar hacia centroamérica.
"No va a haber ningún inconveniente en lo que respecta a la seguridad", declaró Jesús Berardinelli, director de la Federación Venezolana. Por su parte, el secretario de Selecciones nacionales, Jorge Miadosqui, anticipó que existen las garantías para cumplir con los planes de vuelo.