Pasada la medianoche en la Argentina, Lionel Messi erraba su penal en la definición de la Copa América Centenario ante Chile y allí, en ese preciso momento, se confirmaba que la Selección era un martirio para el mejor del mundo quien luego, ante la prensa, anunció su renuncia al equipo nacional: "Se terminó para mí", lanzó tranquilo pero sin vueltas.
Hasta la final Messi era por mucha ventaja el mejor del torneo pero le tocó fallar en el momento clave. La Pulga tomó la pelota luego de que Sergio Romero atajara el primer penal de la serie ante Arturo Vidal, con la oportunidad de poner a la Argentina en ventaja: miró el arco, ejecutó con la zurda e increíblemente su disparo se fue por encima del travesaño.
En la Argentina el reloj marcaba la 1:26 del lunes y la noticia cayó tan o más pesada que la de la final perdida: "Es un momento duro para analizar cualquier cosa, lo primero que se me viene y lo pensaba en el vestuario es que ya está, se terminó para mí la Selección. Ya son cuatro finales, no es para mí… Lamentablemente lo busqué, era lo que más deseaba, no se me dio pero creo que ya está".
Antes, lo conocido. Chile ganó 4-2 la definición porque para Argentina también falló Lucas Biglia (atajó Claudio Bravo), pero la imagen era el desconsuelo de Lionel Messi. La Pulga se fue solo al banco y allí se tomó la cabeza, perdió su mirada entre sus pensamientos de incredulidad, intentó juntarse con sus compañeros mientras los colaboradores del cuerpo técnico le decían: "Ya está, ya está", pero no, rápidamente un llanto incontenible que nunca antes había mostrado.
"Creo que es una decisión tomada, es lo que siento ahora, lo que pienso, es una tristeza grande lo que me volvió a pasar y encima me toca errar el penal a mí. Ellos habían errado el primero y era importantísimo hacerlo para agarrar diferencia pero bueno, me tocó errarlo a mí y bueno, ya está", dijo ante la prensa el jugador al que todos querían escuchar.
La de la Copa América Centenario 2016 fue la cuarta final de torneos grandes que Lionel Messi perdió con la Selección: Copa América Venezuela 2007, Mundial Brasil 2014, Copa América Chile 2015 y Copa América Estados Unidos 2016.
Líder de su selección y del Barcelona, ganador implacable de todo título posible con su club español (8 ligas, 4 Copa del Rey, 4 Ligas de Campeones de Europa, tres Mundiales de Clubes), llegó a Estados Unidos obsesionado con sacarse la profunda espina que tenía clavada.
Se había coronado campeón Mundial Sub 20 en Holanda 2005 y había logrado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Beijing 2008, pero faltaba ese título grande con el elenco mayor.
Ganar la revancha contra Chile sería "el mejor regalo que nos podríamos hacer no solo para mí sino para todo este grupo", anticipó el viernes al cumplir años.
Poco después, una vez consumada la final, dijo: "Ya lo intenté mucho, me duele más que a ninguno no poder ser campeón con Argentina pero es así, no se dio y lamentablemente me voy sin poder conseguirlo".
Como magro consuelo, le queda un nuevo récord, ya que en este torneo se convirtió en el máximo artillero histórico de la selección argentina con 55 goles, uno más que Gabriel Batistuta.
Una temporada difícil
La final perdida en esta Copa América arruina el reciente nuevo doblete Liga-Copa del Rey con el Barcelona y lo aleja de un sexto Balón de Oro de la FIFA, actualmente en sus manos por lo hecho en 2015.
También le impide el asalto final al reducido olimpo de las leyendas del fútbol integrado por Pelé, Diego Maradona y los fallecidos Johan Cruyff y Alfredo Di Stéfano.
Messi, ese jugador de Playstation, sabe que no son suficientes la magia, los goles imposibles y los pases impensados que ha regalado en la última década, ya que falta aún la consagración con la camiseta nacional.
La nueva frustración tiene lugar además en un año difícil en el que sufrió un par de lesiones y tuvo que presentarse ante la justicia de España en una causa por evasión fiscal que ha manchado un poco su reputación.
La Copa América Centenario 2016 empezó empañada por ese caso y un fuerte dolor en la espalda que le impidió jugar en el debut de Argentina, justamente ante el rival de la final.
Sin embargo, desde su aparición en el torneo en la última media hora contra Panamá con un hat trick espectacular, los nubarrones se fueron disipando con goles y asistencias en los cuartos de final ante Venezuela y las semifinales frente a Estados Unidos.
En la final, Messi no tuvo un partido a la altura de las circunstancias y encima falló su penal, para cerrar una noche negra.